Testimonio. Édison Hernández.
Yo soy vendedor de bebidas. Hago un recorrido y tomo los pedidos en San Bartolo y en La Argelia. Paso en esto desde las 08:30 hasta las 16:00 ó 17:00. El tráfico a mí me afecta en la mañana, cuando salgo de la empresa a las tiendas.
Más que todo en la Maldonado hay mucho tráfico. Si quiero ir, por ejemplo, desde San Bartolo hasta la feria de ropa, me demoro bastante en las mañanas.
Yo vivo por la Pío XII. Como entro a la empresa a las 06:30, no tengo mucho problema porque a esas horas no hay tráfico. Pero luego ya se complica. Y en la tarde, para volver a la casa, ahí el retorno se me hace difícil.
Ahí toca salir temprano de la empresa o de la casa, para tratar de quedarme atrapado en el tráfico. Como tengo que ir a varias tiendas, uso bus, taxi o a voy a pie. Eso depende de mis labores diarias. Yo trato de no usar mucho los carros y camino mucho, incluso a mi casa.
Además de lo que pasa con mi parte del trabajo, el tráfico afecta en las entregas de los productos que yo ofrezco en los recorridos. Se demoran en entregar los pedidos, por los arreglos en las vías, o no pueden salir, por el pico y placa. A veces no se puede entregar las cosas y la gente llama al ‘call center’ de la empresa, para quejarse de nosotros.
En mi casa, por ejemplo, a mi mamá se le hace más problema, porque trabaja en Calderón. Ella sale a las 16:00 de allá y a la casa llega tipo 19:00, muy cansada. Es terrible para ella.