Fabián Iza
Su experiencia. Vive en la parroquia La Merced, donde es Presidente de la Junta Parroquial. Trabaja en el Consejo Provincial de Pichincha. Usa su carro únicamente para trasladarse de su casa a su trabajo.
‘Opté por movilizarme en bicicleta por la ciudad’
Vivo en la parroquia La Merced y trabajo en el edificio del Consejo Provincial de Pichincha. Por la distancia que hay entre mi casa y mi lugar de trabajo utilizo mi auto únicamente para llegar al trabajo.
Hace un año llevé mi bicicleta al edificio del Consejo Provincial. Ahí parqueo mi carro y si debo movilizarme dentro de la ciudad, lo hago en la bici.
Las calles de la ciudad son estrechas, principalmente, las del Centro, como conductor me di cuenta que frente a esto y al alto número de carros que hay en la capital es necesario optar por la bicicleta o el trasporte público.
Es cierto que el tránsito en la ciudad es muy complicado, la bicicleta es un medio de trasporte sano que rompe con el sedentarismo y la rutina de las personas.
Para no estresarme, mientras me movilizo en una ciudad donde las filas y los pitos de los carros son a diario, encontré en la bicicleta una buena opción de movilidad. Sin embargo, esto no es fácil, algunas veces encuentras carros parqueados en la ciclovía, a más de eso, mientras circulas en bicicleta algunos conductores te pitan o te lanzan el carro.
Los martes que tengo pico y placa dejo mi carro en le parqueadero de borde Cuscungo, bajo mi bicicleta del auto y me dirijo en ella a mi trabajo. De esa forma me movilizo más rápido que en un carro, hago ejercicio y colaboro con un auto menos circulando por la ciudad. En la parroquia donde vivo no tenemos problemas de congestión.
Guillermo Pérez
Su experiencia. Trabaja en una importadora de bienes y servicios. Utiliza su auto a diario, a pesar de las congestiones, por seguridad y comodidad no se atreve a dejar el carro en casa.
‘Dejar el vehículo no es una posibilidad para mí’
Actualmente estoy en trámites para comprarme un auto usado para movilizarme los viernes que tengo pico y placa. Una de las razones para tomar esta decisión fue la distancia que hay entre mi casa, en Tumbaco, y mi oficina, en la av. Naciones Unidas y Japón.
A pesar de la gran congestión que hay en la ciudad, mi auto me es de mucha ayuda. Trabajo en una importadora de bienes y servicios, mi trabajo implica visitar a los clientes en sus casas u oficinas, para esto uso mi carro.
De lunes a jueves, salgo de mi casa a las 07:14 para no quedarme atrapado en el tráfico. Los viernes salgo de mi casa a las 06:00, desayuno en algún restaurante y trato de adelantar algo de mi trabajo, que no es mucho puesto que las visitas a los clientes se inician a las 09:00.
Salir a esa hora me quita tiempo con mi familia. Sé que el parque automotor en la ciudad es alto, sin embargo, no podría dejar de circular en auto.
Cuando manejo por las calles, desde mi carro, veo cómo las paradas del trolebús y ecovía, principalmente, están repletas, los articulados pasan totalmente llenos, lo mismo veo en los buses convencionales.
Las filas de carros son largas sí, pero a pesar de todo no viajo de pie, apretado y con el temor de que me puedan robar. Para mí no existe la posibilidad de movilizarme en otro medio que no sea mi auto.
Envíenos su testimonio a: quito@elcomercio.com y en twitter:@transitouio