El Quinche ofrece un atractivo litúrgico adicional para los 600 000 feligreses que entre hoy y el domingo peregrinarán hasta el santuario del nororiente de Quito: la reapertura del museo de la Virgen.
Para el padre Jesús Palomino, rector del oratorio, es la oportunidad para mostrar al público las manifestaciones de fe que los devotos le han profesado desde 1588 a la Virgen de El Quinche.
La expresión de ‘Gratitud’ se exhibe en tres áreas. En una de ellas hay 20 vitrinas, con los atuendos que han vestido a la imagen desde hace tres siglos. Las prendas confeccionadas con hilos de oro y plata e incrustaciones de piedras datan del siglo XIX. Son trajes donados por creyentes, en algunos están inscritos sus nombres. Por ejemplo, en una capa azul reza: “Gremio de los Albañiles 1905”.
Otra túnica atrae las miradas, está confeccionada con los colores patrios: amarillo, azul y rojo. Palomino comenta que se trata de una condecoración, la otorgada en 1968 por el entonces presidente Otto Arosemena Gómez. De ello también se guarda un recorte de periódico y hasta la insignia que se entregó a la Virgen.
La imagen también tiene vestimenta de chagra. En uno de los cubículos están los zamarros, la montura, el sombrero y la veta de cuero. Este traje fue donado por el Club Inga Raya.
La patrona de El Quinche tiene bandas de reina de belleza. En una de ellas está escrito: “Reina Mujer Única” y en otra se precisa: “Madrina de El Nacional”. También ha recibido las llaves de la ciudad. Dos que se destacan por su tamaño son las de Saquisilí y Cotacachi, esta última de cuero.
Artículos que sorprenden son los llamados exvotos (dijes hechos de plata con forma de órganos humanos). En un escaparate se exhiben 41 joyas con aspecto de ojos, pulmones, riñones, hígado, manos, senos, vientres… Esta costumbre se mantuvo desde 1955 hasta 1989. Según Palomino, esa era otra forma de agradecer a la Virgen por las curaciones.
En otra sala se exhiben 35 cuadros, 11 de ellos son pinturas de óleo sobre lienzo de la autoría del pintor ecuatoriano Joaquín Pinto. Las obras están fechadas desde 1885. La mayoría describe los milagros que en la época se le atribuían a la Virgen.
Para la muestra se sacaron los accesorios con historia. Según Palomino, está guardada una “incalculable cantidad” de ofrendas que la Virgen ha recibido desde 1604, cuando fue trasladada desde Oyacachi a El Quinche.
Según la tradición, el escultor Diego de Robles dejó la imagen en la comunidad indígena de Oyacachi (hace más de 400 años) luego de que una comunidad no le pagara por la figura.
En un tercer salón se exhibe una maqueta, de 1,20 m x 90 cm, con la iglesia y alrededores. La obra es de Diego Villalba, de 25 años. El joven se demoró un mes en armarla con cartón, vidrio, botellas plásticas, entre otros materiales. El jueves, Villalba le daba los últimos toques de pintura.
A la reapertura del museo (estuvo cerrado desde hace cuatro años) se suma otra novedad: el cambio de ruta para la romería a El Quinche. Los fieles no podrán ascender por las montañas de San Miguel de Calderón y del puente de Guayllabamba. El Comité Interinstitucional Pro Caminata, conformado por 23 miembros, entre ellos el alcalde de Quito, Augusto Barrera, tomaron la decisión para garantizar la seguridad de los caminantes.
Para la peregrinación religiosa. se han establecido cuatro rutas, que contarán con puntos de auxilio. Estas son la ruta Carcelén-Calderón-Guayllabamba-El Quinche; la Cusubamba-ElQuinche; Cumbayá-Pifo-Yaruquí-Checa-El Quinche; Valle de Los Chillos-Píntag-El Quinche (ver infografía adjunta).
[[OBJECT]]