Desde enero, los buses de transporte interparroquial que cubren las rutas desde Quito hasta el valle de Tumbaco aplican el modelo de caja común. Una de las formas para advertir al usuario de la aplicación de sistema es la entrega de un tique por el valor del pasaje.
Sin embargo, no todas las frecuencias que salen desde Quito hasta Cumbayá, Tumbaco, Pifo, El Quinche y otras parroquias rurales del Distrito lo hacen. La razón: el pasaje diferenciado por los diferentes destinos que hay en el valle.
Manuel Muyol, cobrador de un bus de la Cooperativa Pifo, contó que durante diciembre e inicios de este año se entregaron los tiques a los pasajeros. Pero no siempre se logró dar a todos. Esto se suscitó porque había diferentes rubros por cobrar. También mencionó que las personas subían por las dos puertas y dificultaba esta labor.
Desde hace 20 días, en esta cooperativa se decidió no volver a usar los papelitos. En estos momentos se piensa un nuevo mecanismo de conteo. Muyol expresó que pese a que no se entregan los tiques, el dinero que generó cada vuelta se entrega en la cooperativa.
Algo similar sucede en la Cooperativa El Quinche. Allí, los boletos tampoco se entregan. Víctor Aguilar, conductor, y Marcelo Camino, cobrador, comentaron que no les fue posible hacer un conteo certero de lo recaudado en el día. Esta frecuencia transita por la vía Interoceánica y atraviesa las localidades de Cumbayá, Tumbaco, Pifo, Checa, Tababela, entre otras.
Para Camino, lo más complicado fue en el momento de cuadrar caja. Los valores recaudados no coincidían con el número de boletos entregados. Casi siempre, la cantidad de dinero era mayor a la que reflejaban los tiques. Esto se debía a que solo manejaban dos tipos de talonarios: normal y pasaje preferencial.
Al no contar con un talonario diferenciado para cada localidad, se produjo el inconveniente. Por esta razón, decidieron no volver a usarlo. Sin embargo, comentaron que sí trabajan desde enero bajo el sistema de caja común. Al finalizar el día entregan lo acumulado en las cajas de la cooperativa.
Aunque no precisaron valores, comentaron que al mes el cobrador y el chofer perciben un sueldo. En la cooperativa les indicaron que se podrá laborar de este modo hasta encontrar un sistema adecuado de conteo. Entre los mecanismos que se analizan está un sensor.
En la cooperativa Tumbaco sí entregan los tiques, pero a medida que avanza el recorrido ya no lo hacen. Marcelo Palacios, cobrador, señaló que solo lo pueden hacer al iniciar una ruta. Pero, cuando toman pasajeros a la mitad del camino se les complica.
A Mariana Álvarez, pasajera, la ejecución de la caja común no ha afectado “en bien ni en mal” al transporte en la zona. “Cada pasajero sabe cuánto cuesta el viaje hasta su destino y por eso nadie puede aprovecharse”, mencionó.
En la Secretaría de Movilidad indicaron que la aplicación de la caja común es obligatoria en el Distrito. Que la primera etapa fue el permiso de operaciones a las 54 empresas. Que luego se iniciarán con los controles y la fiscalización.
Por lo pronto, en las cooperativas de transporte se acomodan y acoplan a este nuevo sistema de recaudación.
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