El Cabildo intentó crear la Empresa Metropolitana de Logística y Comercialización (Emelcom) para controlar los mercados. Sin embargo, por la oposición de los comerciantes el plan se suspendió. Vía correo electrónico, Hugo Villacrés contestó esta entrevista.
¿Es posible cambiar el modelo de manejo en los mercados de la ciudad?
Es posible, necesario e imprescindible. El modelo de gestión de un negocio debe acoplarse a las necesidades de los consumidores actuales, caso contrario está destinado al fracaso. Los mercados deben ser considerados como un servicio. Se trata de un emprendimiento comercial con cierto contenido social.
¿Qué ha influido para que el Cabildo, como dueño de los mercados, pierda el control de estos espacios?Algunas cosas. Por ejemplo: la politización del sistema de administración de los mercados y el método de adjudicación de puestos; la carencia de alternatividad dentro de ciertas asociaciones de comerciantes; la improvisación y la poca profesionalización de los administradores; el irrespeto e incumplimiento de ordenanzas.
¿Está deteriorada la imagen de los mercados por la apropiación de los comerciantes o por la falta de atención municipal?
Por una mezcla de las dos cosas. El Municipio no se ha preocupado por generar un modelo de gestión autosostenible, en donde la inversión y los gastos puedan ser cubiertos con las tarifas que cancelan los comerciantes. Los vendedores se consideran dueños de mercados y puestos y continúan exigiendo una intervención paternalista.
¿Ha afectado la presencia de los grupos de poder de los comerciantes para que el Cabildo regule el sistema?
Existen buenos dirigentes y también los hay de los otros. Hay quienes se preocupan por el bienestar de sus asociados y aquellos que extorsionan a sus propios compañeros. Se necesita un modelo de gestión administrativa más transparente y cercana a los comerciantes.
¿El sistema de comercialización en la ciudad es adecuado respecto del manejo de productos y cadenas de manipulación?A nivel de supermercados y cadenas privadas, sí. En mercados públicos deja mucho que desear; eso sí, con excepciones que manipulan técnicamente los alimentos con las cadenas de refrigeración. Son familias dedicadas al negocio en mercados por dos o tres generaciones.
Pero según el concejal Eddy Sánchez, el 35% de los productos de los comerciantes se pudre por el mal manejo, ¿es cierto eso?
Es difícil manejar una cifra exacta. Evidentemente, existe un alto componente de desperdicio en los mercados. La mayoría de comerciantes no están capacitados para manipular alimentos ni poseen el equipamiento adecuado como cuartos fríos para almacenarlos. Hay excepciones.
Según el Municipio, los mercados están registrando una disminución en las ventas entre el 12% y 16% . ¿Por qué pasa esto?
Esto no sólo ocurre en Quito, sino a escala nacional. Esa reducción seguirá aumentando en el tiempo, pudiendo concluir con la desaparición de mercados. Un estudio hecho por el Banco del Estado en 187 municipios reveló que el 56% de casos la infraestructura de los mercados es regular o mala; el 69% de los servicios básicos son regulares o malos y el 52% de la capacidad de operación también es regular o mala.
¿Por dónde se debería empezar para mejorar el manejo de los centros de acopio?
Lo importante es tener un proyecto para el sistema de comercialización municipal que incluya el modelo de gestión, plan de negocios y estrategia de mercadeo. Estas deberán ser socializadas, difundidas y aplicadas sin mayor ingerencia política.