Según datos del Observatorio de Seguridad Ciudadana, en el primer semestre de este año se han registrado 1 230 robos de automotores en Quito. Los automóviles ocupan el primer lugar con 530 casos, seguido de las motocicletas con 358. En el 2010, hubo 689 robos de motocicletas. Esto significa que hay un promedio de dos motos robadas cada día.
Ricardo Carrillo trabaja en una imprenta, en el sector de la Universidad Central. Él conducía una Yamaha de 150 centímetros cúbicos para entregar los pedidos de los clientes.
A las 17:00 del pasado martes, dejó su moto en la acera de la calle Selva Alegre y caminó una cuadra en busca de una dirección. En entregar unas invitaciones no se demoró más de 15 minutos. Cuando regresó no encontró su motocicleta. Presentó la denuncia en la Policía pero aún no hay resultados.
Segundo Pozo, coordinador de la Asociación de Trabajadores Motorizados, dijo que en la ciudad no hay infraestructura que garantice la seguridad del motociclista ni de su vehículo. Por su peso y tamaño, las motos son más susceptibles al robo, comentó.
En otros casos, las motos también son utilizadas para cometer delitos. Daniel Pontón, director del Observatorio de Seguridad Ciudadana, explicó que en Quito la mayor parte de delitos se cometen a pie y en carros antes que en motos. No existe un dato exacto sobre el número y el tipo de vehículo que se emplea en los delitos.
De lunes a viernes, Paulina Criollo camina dos cuadras desde la parada de buses en la av. Martha Bucaram hasta la vía del Oleoducto, donde está su casa. Hace 15 días, dos hombres que viajaban en una moto verde le cerraron el paso en la puerta de su casa. Eran las 20:45 del viernes, cuando uno de los motorizados se bajó y le exigió que le entregue su cartera. El otro hombre permaneció en la moto, con el motor encendido. El hombre la golpeó en la cara, le arranchó la cartera y los dos huyeron en la moto.
Según Pozo, no se puede generalizar y atribuir la inseguridad a un grupo de conductores. “Los motociclistas también somos víctimas del delito. Al 90% de motociclistas en Quito nos han robado al menos una vez la moto”.
Orlando Freire trabaja desde hace seis años como repartidor de comida rápida. El 22 de diciembre del 2010, salió a las 21:00 a realizar tres entregas en el sector de la Plaza de Toros, en el norte. Después de entregar el primer pedido, Freire se percató de que un auto Chevrolet azul lo seguía.
No le dio importancia y siguió conduciendo su Suzuki de 125 centímetros cúbicos. Una cuadra antes de realizar la última entrega, en la av. Río Coca e Isla Santa Fe, el automóvil que lo seguía le cerró el paso. Del carro se bajaron tres hombres, uno de ellos le apuntó con un arma y le obligó a que se baje de la moto. Uno de los tres sujetos se subió a la moto y abandonó el lugar, los otros dos huyeron en el automóvil.
Freire llamó a la Policía desde su celular. Los uniformados nunca llegaron. Hasta la fecha la moto no ha sido recuperada.
Ricardo Rocco, de la Asociación de Motociclistas del Ecuador, aseguró que acciones coma la incluida en una Ordenanza emitida por el Municipio de Manta, que prohíbe a dos personas circular en una moto son inconsistentes con las libertades individuales y los derechos civiles.
La Asociación presentó un plan nacional ciudadano por la seguridad del motociclista. Este consiste en la difusión y capacitación en técnicas de conducción segura, exigir el uso del casco y reforzar la acción policial sobre el robo de motos.
Para Rocco, es necesario iniciar una campaña para el registro de las motocicletas. Pontón agregó que los registros pueden mejorar una vez que el Distrito asuma completamente las competencias en tránsito. No comparte la idea de replicar medidas como la restricción a la circulación de dos personas en una moto.