En los últimos tres años, en el cantón Rumiñahui se ha registrado un crecimiento en el número de construcciones. Este alcanza entre el 25 y 40%, cifras que se reflejan de los trámites para aprobación de planes y permisos definitivos.
Los sitios más ‘apetecidos’ por los constructores están en el área urbana y, preferentemente, en la rural. Sitios como Inchalillo, Selva Alegre, Cashapamba, Albornoz, entre otros.
Solo en el sector de Inchalillo (sector urbano) hay alrededor de cinco conjuntos habitacionales construidos. Para Fabián Valencia, de la Mutualista Pichincha, el incremento de la construcción y de proyectos habitacionales se registra desde hace cinco años.
Este ingeniero construyó dos conjuntos: Bosques de Inchalillo y Los Arupos. El primero cuenta con una extensión de una hectárea. Tiene 75 casas. Cada una de 160 m2. Valencia recuerda que hace unos 10 años atrás, este sector era parte de una hacienda agrícola. No había casas. El dueño vendió la propiedad.
Las personas empezaron a llegar, y con ellas los proyectos inmobiliarios. Según el Plan de Ordenamiento Territorial, en Rumiñahui hay alrededor de 41 266 personas que pertenecen a la población económicamente activa; es decir, que trabajan en las diferentes actividades económicas y que estarían en la posibilidad de acceder a una casa propia.
El deseo de cada persona es tener su casa propia, agregó.
Menos áreas agrícolas
Este crecimiento de la construcción ha generado la disminución de áreas verdes y de espacios para la agricultura. Esta era la principal actividad productiva del cantón años atrás.
En el Plan de Ordenamiento Territorial, la agricultura se ubica en el puesto número 10. En primer lugar está el comercio al por mayor y menor.
Según Edelberto Gualotuña, presidente de la Junta Parroquial de Cotogchoa, la construcción de casas, conjuntos habitacionales, el parque industrial y la división del suelo han afectado a la agricultura.
[[OBJECT]]Gualotuña agrega que esto ha causado que se pierdan los cultivos de productos característicos de la zona rural como el maíz y el trigo. Son pocos los barrios o sectores donde lo agrícola es preponderante.
En este punto coincide Gustavo Méndez, presidente del barrio San Juan Obrero, en Cotogchoa. Este hombre de 70 años recuerda que de niño y junto a su padre sembraban maíz, habas, cebada, fréjol…
La situación ha cambiado, pues vendió una parte de sus tierras y el resto repartió a sus seis hijos. Ninguno le apostó a la agricultura. “Los conjuntos ya nos cercan, están ya por Inchalillo (a 10 minutos). Cotogchoa en unos años parecerá un lugar urbano”, se lamentó.
La llegada del parque industrial ha influido a la llegada de personas foráneas. Esta es otra de las razones por la que los moradores le apuntan a la construcción de casas. El propósito es arrendar a los trabajadores de estas empresas. Este es el caso de María Chalco, quien antes trabajaba en la agricultura junto a su esposo. Ahora vive de los arriendos a dos jóvenes en su casa.
Actualmente, el cantón tiene una extensión de 135,68 kilómetros cuadrados. En el Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial 2012-2025 consta que el área urbana alcanza los 58,08 kilómetros cuadrados, mientras que el sector rural tiene 77,60 kilómetros cuadrados.
En el área urbana está permitida la construcción de conjuntos habitacionales, mientras que en la rural, solo casas, según Jorge Sosa, director de Planificación de la Municipalidad.
Según la Dirección de Planificación del Municipio de Rumiñahui hay más demanda en los trámites para la aprobación de planos arquitectónicos. Por ejemplo, en el 2012 se autorizaron 604 planos y en 2013, 759.
‘Aumentó el costo de los terrenos’
Handel Guayasamín
Pdte. Colegio de Arquitectos
En Rumiñahui hay incrementos exponenciales porque, antes, el precio del metro cuadrado de terreno iba desde los USD 20. Ahora está sobre los USD 50. En lugares más costosos, el metro cuadrado estaba en USD 50; en la actualidad los encuentra en USD 200.
Otra de las alzas notables que se han dado en el sector de la construcción se relaciona con el valor del metro cuadrado de construcción. Hace tres años, los precios pico, estaban entre USD 1 000 y 1 200; ahora, se han duplicado. Los factores de este incremento se relacionan con la entrega de la documentación en la Municipalidad; es decir, los trámites que las inmobiliarias realizan para legalizar la construcción. A esto se suma el alto costo de la mano de obra.
En contexto. El cantón Rumiñahui tiene cinco parroquias. De estas tres son urbanas (Sangolquí, San Rafael y San Pedro de Taboada), con 58,08 kilómetros cuadrados. Y dos son rurales (Cotogchoa y Rumipamba), con 77,60 kilómetros cuadrados.