El respeto al ambiente es una forma de vivir nuestra libertad. Somos soberanos en el proceso de defensa de los bosques, páramos, animales y demás recursos naturales del Ecuador.
En lo cotidiano, nosotros salimos mucho al campo y nos mantenemos en contacto con las comunidades de diferentes lugares del país. Normalmente, nos reportan que están realizando actividades que destruyen la naturaleza y los ayudamos.
En ese proceso, lo que para nosotros resulta algo estimulante es establecer relaciones con la gente de las comunidades. Tratamos de descubrir formas para evitar que los procesos de contaminación continúen. Ha sido muy fortalecedor llevar personas que pertenecen a zonas que han sido afectadas para que expliquen a otras lo que puede pasar si se da la explotación petrolera en su zona.
Nuestra libertad está en el proceso activo de la defensa de la naturaleza. Ese proceso se da en la relación con el resto de la sociedad y en el contacto con las personas perjudicadas.