El catedrático Sebastián Benavides, de 32 años, recuerda dos cosas de la figura de Don Evaristo Corral y Chancleta. La primera, dice, es la frase “Don Evaristo, ¡a los tiempos que le he visto!” y, la segunda, el unir los pulgares y la exclamación “compromiso”.
En la memoria de Benavides esa imagen de la caricatura, que apareció en 1990, es imborrable. Don Evaristo fue un célebre personaje, que fue encarnado por el actor ambateño Ernesto Albán Mosquera. Él protagonizó las estampas quiteñas, con tintes satíricos y humorísticos. Las estampas eran interpretaciones acerca de temas políticos.
“El dibujo de Don Evaristo era chévere, porque nos enseñaba valores. Es inolvidable el ‘¡qué pasó pues mi chulla, haciendo pis en la pared!’, para que la gente no orine en cualquier parte”, dice.
El dibujo de los años noventa era pequeño y con forma ovalada. Fue creado por Édgar Cevallos. La actual administración municipal decidió rescatar la figura de Don Evaristo.
Para ello, trabajó en el diseño de una nueva imagen, que se puede ver en ‘spots’ televisivos, en materiales impresos o en el primer piso de la Alcaldía, en el centro, y en otras dependencias municipales. La nueva figura tiene una técnica y estilo diferentes.
Respeta las características del vestuario del personaje de Albán Mosquera, pero tiene una forma más humana. La nueva caricatura abrió un debate entre el Municipio, la familia Albán y Cevallos, el autor del primer dibujo.
La primera figura de Don Evaristo nació por iniciativa en la administración municipal de Rodrigo Paz, el dibujante Cevallos y Enrique Proaño, director de Comunicación en ese entonces. Cevallos explica que fue parte de una nueva política de comunicación.