El financiamiento del Metro de Quito recibió hoy un espaldarazo de parte del Gobierno. La Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) y el Ministerio de Finanzas confirmaron esta mañana su respaldo para la construcción de esta obra.
El Metro, que está previsto que se construya desde diciembre, tiene un costo de USD 1 500 millones y el Gobierno se comprometió en financiar USD 750 millones; los otros 750 millones vendrán del Municipio.
Estos recursos vendrán de organismos multilaterales principalmente, así como de recursos del Estado, del Municipio, venta de papeles del Nuevo Aeropuerto de Quito y con participación del Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social.
El Banco Europeo de Inversiones comprometió USD 250 millones, mientras que los créditos del Banco Interamericano de Desarrollo (USD 200 millones) y del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), por USD 250 millones, están por aprobarse estos días, según las autoridades ecuatorianas.
En el tema de los créditos de los multilaterales, el Gobierno asume la titularidad de los créditos y el Municipio de Quito actuará como subsidiario del financiamiento. Según el alcalde Augusto Barrera, la obra no afectará el presupuesto municipal porque el crédito se comenzará a pagar cuando el Metro esté operativo, en teoría en el 2016.
La tarifa inicial del Metro de Quito estará entre USD 0,40 y USD 0,45. Barrera explicó que esta tarifa pagará la operación del Metro básicamente. “El Metro no se paga con la tarifa, es como un hospital o una escuela pública. Lo importante es que tenga un equilibrio operacional”, aclaró
Para Fander Falconí, titular de la Senplades, el Metro de Quito es una obra prioritaria. Esto significa que es urgente, importante y que está dentro de los planes del programa del Buen Vivir, del Gobierno. “Es la tercera obra más importante que se ejecuta en la actualidad en el país luego de la Refinería del Pacífico y del proyecto hidroeléctrico Coca Codo Sinclair”.
La construcción del Metro de Quito generará 3 000 empleos; la operación, por su parte, ocupará a unas 800 personas, según la Senplades.