Las huellas de los deslizamientos aún están latentes. A la altura del kilómetro 46 de la vía Calacalí-La Independencia, una de las principales arterias viales que une al Distrito Metropolitano con otras localidades y provincias del norte, hay un letrero que indica que esa es una zona de deslaves.
La señalética da cuenta de los constantes problemas que se registran en el sector producto de las precipitaciones y de la inestabilidad del terreno.
Hasta las 13:00 de ayer, aún era posible observar en la calzada tierra, ramas y lodo como consecuencia de los deslaves que obligaron al cierre total de la vía, el lunes pasado (03 de marzo de 2014), desde el kilómetro 70.
Tras el hecho, personal del Consejo Provincial de Pichincha y del Ministerio de Transporte y Obras Públicas cumplió con las labores de limpieza y retiro del material.
Debido a la lluvia continua y a nuevos derrumbes registrados en varios tramos, estas labores se retomaron a las 05:00 de ayer. Sin embargo, se adelantó que no había garantía de que la vía fuese habilitada en su totalidad, en especial por las condiciones climáticas.
La circulación vehicular por la vía Calacalí-La Independencia, en ambos sentidos, se permitió hasta la altura del ingreso a Tulipe. Aproximadamente a las 14:00, en ese punto, se restringió el paso de los vehículos con dirección hacia el norte.
Víctor Báez, suboficial de Policía, informaba a los conductores que se logró habilitar un carril en el tramo afectado por los deslizamientos en sentido San Miguel de Los Bancos-Quito. Tras la medida, una fila de autos que iban hacia el norte se formó. Uno de los conductores que se quedó varado fue Byron de la Torre, residente de Pedro Vicente Maldonado.
Él, en el interior de su vehículo, se lamentaba por las condiciones de la vía y comentó que los derrumbes se registran con frecuencia en esa zona. “Cuando llueve fuerte siempre hay riesgo”, dijo.
Javier Guerrero, otro conductor, comentó que desconocía que la vía estaba bloqueada. “Dicen que en la parte afectada se habilitó un solo carril para ir hacia Quito y que debemos esperar cuatro horas aquí”.
Sin embargo, la habilitación de un carril de la vía duró poco. A las 16:20, personal del ECU 911 informó que se registró otro deslizamiento a la altura de San Miguel de los Bancos, por lo que nuevamente se cerró la vía para precautelar la seguridad de las personas en caso de que se registre otro derrumbe.
Juan Carlos Guerra, morador de Nanegalito, contó que esta situación se repite con frecuencia en la época lluviosa. Incluso, indicó que hay tramos de la vía en las que se colocaron bloques de cemento en plena calzada para evitar que la tierra obstruya completamente la vía. “Los conductores saben que es una zona de deslaves”.
Con el cierre de la vía, el retorno de los turistas que visitaron las provincias de la Costa, fue imposible por ese sector.
Anoche, los administradores de la vía decidieron cerrarla totalmente debido a que los derrumbes seguían y a que se hallaba resbaladiza en varios puntos. La seguridad de los vehículos no era una garantía.
Hoy en la mañana se realizará una inspección para ver la conveniencia de su reapertura, según informó el Ing. Fabián Uzcátegui, secretario de infraestructura física del Consejo Provincial de Pichincha,
En definitiva, el regreso de los viajeros procedentes de Esmeraldas, Pedernales y otros balnearios manabitas por la vía La Independencia-Calacalí fue un suplicio. Muchos debieron regresar hacia la Concordia, tomar la vía a Villegas y retornar por Santo Domingo de los Colorados.
En contexto. Con los deslizamientos registrados en la vía Calacalí-La Independencia, el retorno de los turistas al Distrito Metropolitano se complicó. Esta artería vial, prácticamente, permaneció bloqueada a la altura del kilómetro 70 desde el lunes pasado. Esto generó una fuerte congestión en la vía Alóag-Santo Domingo.
[[OBJECT]]