El nuevo Alcalde del Distrito Metropolitano deberá incluir, necesariamente, en su agenda temas como movilidad y tránsito. También lo son la seguridad y una consolidada participación ciudadana.
La Fase 2 del Metro de Quito, considerado el proyecto emblemático de la urbe, tiene que ser licitada para empezar la construcción de su trazado. En principio, el túnel iría desde El Labrador, en el norte, hasta Quitumbe, en el sur.
Según Cesar Arias, experto en movilidad, se debe analizar la posibilidad de hacer esta construcción por etapas para no dejar sin el servicio de transporte público a los ciudadanos. “En este período se debería ejecutar la etapa más urgente y la otra, dejarla para el próximo período”.
A su juicio, la construcción del metro tomará no menos de cinco años, de acuerdo con experiencias internacionales en el tema. Adicionalmente, dice Arias, es necesario potenciar a los sistemas exclusivos: Trolebús, Ecovía, Corredores Central Norte y Sur Occidental. Esto, debido al tiempo de vida útil que cumplieron algunas unidades de estos corredores.
A esto se suma una mayor demanda de usuarios y frecuencias, especialmente en los límites norte y sur. Otro de los problemas que apunta el experto es la conexión del transporte público, en especial de oriente a occidente.
Según Arias, hay otros pendientes como los estudios para la construcción del nuevo túnel Guayasamín, a la altura del partidero a Tumbaco, en la av. 6 de Diciembre; la prolongación de la av. Simón Bolívar hasta la mitad del Mundo; los estudios para un intercambiador en la av. De los Granados… Otro de los retos para el Alcalde es el tema de la inseguridad. Daniel Pontón, experto en la temática, sostiene que en principio se debe revisar la tasa destinada para los servicios de seguridad ciudadana. “Es necesario saber qué se va a hacer con esa tasa, cuál es la visión y cómo se va a manejar el tema de seguridad”.
Para Pontón, el Municipio ha tenido un rol muy colaborador para combatir la inseguridad; pero, asegura, no es una política propositiva sino más bien anclada a una agenda nacional. “Se necesita un (mayor) involucramiento y una toma de decisiones particular de la ciudad. En ese sentido se ha perdido bastante”, enfatiza.
El experto sostiene que el delito que más afecta al Distrito Metropolitano es el robo en sus diferentes formas (personas, domicilios, vehículos).
Además, han aparecido otras modalidades como el secuestro exprés, o los denominados sacapintas, que generan mucho miedo en la ciudadanía. Este es un gran reto que deberá hacer frente el próximo Alcalde, sostiene.
Desde los moradores y las organizaciones barriales, también se exige una participación más cercana y activa. Luz Tapia, dirigente del barrio San Sebastián, lo ratifica.
A su parecer, se deben escuchar más los pedidos y recomendaciones de los barrios y sus representantes, ya que son ellos quienes viven más de cerca las problemáticas.
A estos tres grandes ‘imprescindibles’, se suman otros como el control de las ventas informales, en sectores como el centro, la consolidación de una zona para el trabajo sexual, el cumplimiento de las normativas de las diferentes modalidades de taxis, la conexión con el aeropuerto…