Christian Mena y Silvia Fierro patrullaban la mañana de ayer en los alrededores del mercado de Santa Clara, en el norte.
Los dos policías de Tránsito realizaban un operativo rutinario. En la esquina de la Juan Larrea y Ramírez Dávalos, los uniformados detuvieron a Guido Aguirre, quien conducía una moto.Con paciencia, el motorizado apagó su vehículo y entregó su licencia y la matrícula. Mientras los policías constataban la legalidad de los documentos, Aguirre explicó que ya está acostumbrado a este tipo de control en las calles de la ciudad.
“Cada semana me hacen parar, al menos, dos veces en un operativo de tránsito”.
A Aguirre no le molesta detenerse para la revisión, porque dice que sí ayuda a mejorar la seguridad en las vías. Para él, el control debe aplicarse a todos los conductores por igual y no solo a los motociclistas.
Desde el 1 de junio, los operativos dirigidos a motociclistas se reforzaron como parte de un plan para el control de la seguridad vial y ciudadana.
Esto incrementó el número de motociclistas sancionados por incumplir con la Ley de Tránsito. En mayo, la Policía de Tránsito emitió 467 boletas de citación a motociclistas. En junio, ese número se incrementó a 547.
Mena explicó que la contravención más frecuente entre los motociclistas es no usar casco. En algunos casos, tampoco lo hacen sus acompañantes. “Además, hay muchos casos de licencias caducadas”.
Desde que se reforzaron los controles, en la Policía se han registrado 54 motos retenidas.
Los operativos, dirigidos exclusivamente a motociclistas, se realizan al menos dos veces por semana, según la Dirección Nacional de Tránsito.
Los controles se hacen en puntos fijos de la ciudad. Eso impide que las infracciones que se observan a diario en diferentes sectores sean sancionadas.
Conductores y copilotos sin casco, choferes circulando sobre las aceras y hasta policías que estacionaron sus motocicletas en lugares prohibidos son imágenes recurrentes en las vías.
Según la Policía, el problema es que los motociclistas no tienen una adecuada formación en la conducción de sus vehículos.
Esa opinión la comparte Ricardo Rocco, representante de la Asociación Ecuatoriana de Motociclismo (Aemoto). Informó que para solucionar ese problema, la organización presentó a la Asamblea un proyecto de reforma a la Ley de Tránsito.
El documento incluye un capítulo sobre planes de educación vial, regulación y ordenamiento de los motorizados.
Líder Naucín, de la Asociación de Trabajadores Motorizados, dijo que los operativos sí mejoran la seguridad en las calles. Rocco insistió en que las autoridades deben ejecutar un plan de regularización de los motorizados y ponerse al día en la entrega de placas antes de aplicar las sanciones en los operativos.
La moto de Wilson Quishpe lleva tres meses sin placas. El pasado jueves, el mensajero motorizado fue detenido en seis ocasiones por la Policía.
“Cuando me paran me revisan los papeles, los números del motor y el chasís y hasta me hacen abrir la maleta”.
Él aprueba el control pero cada vez que se detiene en un operativo retrasa las diligencias que le exige su trabajo.
Julio César Bonilla, dueño de una moto, aseguró que este tipo de acciones crean prejuicios hacia los motociclistas.
Ayer al mediodía, él asistió a una caravana de protesta en contra del uso del chaleco para los motorizados, anunciado por el Ministerio de Gobierno.
Bonilla dijo que el uso del chaleco además de estigmatizar a los motorizados, no sería útil en la reducción de accidentes de tránsito. “Que le obliguen a un conductor a llevar un chaleco no significa que sea menos imprudente en las vías”.
Rocco explicó que seguirán insistiendo para que las autoridades de Gobierno deroguen la medida que obligará a los motociclistas a utilizar un chaleco con bandas fluorescentes.
Esa disposición es parte del plan de seguridad impulsado por el Gobierno.