Los 15 ediles del Concejo Metropolitano iniciaron el debate para buscar los recursos para financiar la ejecución del plan vial. Esta propuesta de la administración municipal consiste en ejecutar 12 obras que mejoren la movilidad en el Distrito.
Las 12 obras viales son consideradas prioritarias entre 70 proyectos. Los recursos para la ejecución de los trabajos no están en el presupuesto municipal. Según el Plan de Desarrollo Vial, presentado por el alcalde Augusto Barrera, se construirán y mejorarán 103,7 kilómetros de carreteras
Esto requiere una inversión de USD 629 millones. A la cifra hay que restar los USD 50 000 000 que entregará el Gobierno Nacional para la construcción de la vía al nuevo aeropuerto: Collas- Guayllabamba – Tababela.
Sin contar con este proyecto, para los 11 restantes el Municipio necesita financiar USD 573 millones. Hay un plan.
El concejal Eddy Sánchez, integrante de la Comisión de Movilidad, explica que se plantean tres fuentes de financiamiento. La primera, a través de un fideicomiso con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Este ente aportaría con USD 342 millones, que representa el 60%.
El Municipio participaría aportando USD 50 millones, que representa el 9% y el resto, el 31%, tendría otras fuentes como créditos de la Corporación Andina de Fomento y de otras instituciones.
Para conseguir los recursos, Barrera propuso, por medio de la Secretaría de Movilidad, tasas para el consumo de gasolina en la ciudad y para los vehículos nuevos.
También la instalación de peajes urbanos en las vías que se construirán. Todavía no está definido el número de peajes. Con estos ingresos se aspira a cubrir el aporte municipal y el pago progresivo de los créditos.
El concejal Fabricio Villamar aclara que todavía el mecanismo de financiamiento es parte de un debate que puede demorar hasta cinco meses en el Concejo.
Respecto del cobro de la tasa al consumo de gasolina aún falta definir la ruta a seguir. Villamar argumenta que eso es viable con la aprobación del Código de Ordenamiento Territorial (Cootad), que todavía está en debate en la Asamblea Nacional.
Patricio Ubidia, presidente de la Comisión de Movilidad, considera algo ilógico que la gasolina cueste más en la capital. Para él, el tema también es parte de una competencia que corresponde al Gobierno Nacional.
“Personalmente, no profundizaría en el tema. Se necesitarían muchos debates para revisar qué dicen las leyes vigentes”.
Paulina Palacios, asesora del asambleísta Virgilio Hernández, quien preside la Comisión de Ordenamiento Territorial de la Asamblea, asegura que los municipios sí tienen potestad de crear tasas. “Ese tema está considerado dentro del proyecto de ley de Ordenamiento Territorial”.
Para Carlos Idrovo, presidente de la Asociación de Comercializadoras Ecuatorianas de Combustibles, el incremento en el precio de la gasolina siempre generará preocupación ciudadana. “Es un golpe directo a la economía del ciudadano. Esta medida incidiría de manera momentánea en la movilidad en la ciudad”.
Mario Prado, experto en tributación, asegura que la implantación de tasas es parte de una política económica de tributación que sí es viable.
Para el experto, dentro de ese ejercicio, se puede utilizar ese tributo para reducir la contaminación ambiental. “Las dos tasas, a la compra de carros nuevos y a la gasolina, son políticas tributarias aplicables en una ciudad”.
El Observatorio de Movilidad respalda la propuesta municipal. Su director ejecutivo, Mario Villagómez, dice que la fijación de tasas es preferible a las restricciones de circulación.
“En Quito se debió poner desde hace tiempo peajes zonales, como en otras ciudades del mundo. Todo debe ser parte de un plan”.
Puntos de vista
Fabricio Yépez / Col. de Ingenieros
‘Hay que evitar trasladar la congestión a otro sitio’
La construcción de nuevas vías es necesaria para descongestionar el tránsito y para facilitar el acceso a los servicios de emergencia. La planificación se debe hacer en función de facilitar y disminuir el tiempo de movilización de los ciudadanos y de promover el desarrollo de nuevas zonas.
Hay que tener en cuenta que la construcción de vías alternas sin una adecuada planificación puede trasladar los problemas de congestión de un sector a otro.
El puente Monjas-Vicentina Baja es una alternativa que se ha propuesto desde hace varios años. Aunque por la profundidad entre el puente y la cañada del Machángara, la vía tendrá un alto costo. Se descongestionaría
El Trébol y se conectaría a Quito con la autopista General Rumiñahui. Este puente sería una vía, muy necesaria, de evacuación hacia fuera de la ciudad.
Marco Álvarez / Trib. del Consumidor
‘La tasa se justifica para las obras de vialidad’
Quito es una ciudad que está llena de automóviles usados y también de nuevos. Es común ver congestiones en las calles, producto del exceso de máquinas. No obstante, se siguen fabricando más carros y el parque automotor aumenta.
Esto es un síntoma de que la gente tiene una gran capacidad adquisitiva. Por eso, sería bueno que se fije una tasa por el consumo de gasolina en la ciudad, porque es barata. De igual manera, el impuesto a los vehículos nuevos también es viable.
Además, los ciudadanos deben considerar que es una alternativa razonable, ya que no existen los recursos suficientes para financiar obras de magnitud. Considero que es la única manera de garantizar la construcción de las 12 vías en la ciudad, para el beneficio de todos, que a diario soportamos el pesado tránsito.