El Ejército de Colombia puso a disposición del Distrito Metropolitano de Quito dos helicópteros UH-60 tipo Black Hawk, que se usarán para controlar los incendios forestales. El primero llegó en la mañana de ayer a la Base Aérea. Aterrizó a las 08:55. Está previsto que el segundo aterrice hoy.
En los helicópteros trabajará un equipo de cinco personas, todos son pilotos expertos en el control de incendios forestales. A este contingente se sumarán un avión caza brasileño y siete técnicos.
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Este último no será usado para sofocar los incendios. Su labor es más bien logística, pues allí se transportarán cinco Bambi Bucket (canastas para llevar agua), las cuales serán colocadas en los seis helicópteros del Ejército Ecuatoriano que se incorporaron el jueves a la emergencia.
Las Bambi Bucket colombianas tienen un sistema que opera desde la cabina de las naves. Se activa un modo de inyección de espuma, el cual aumenta la capacidad de apagar el fuego hasta en 20 veces más que el que tiene actualmente Aeropolicial.
El avión caza llegó ayer con repuestos tanto para los helicópteros como para las Bambi Buckets, en caso de que se produzcan daños. Estos recipientes tienen una capacidad de 2 500 litros de agua, que equivale a 660 galones, casi el doble de capacidad del que usa la Policía.
Raúl Banderas, comandante de las Fuerzas Aéreas Ecuatorianas (FAE), informó que el personal colombiano empezará a operar de inmediato. Además, los pilotos ecuatorianos recibirán capacitaciones sobre el uso de las canastas. La preparación incluye sobrevuelos en conjunto para que los pilotos y técnicos del vecino país conozcan las características del cielo quiteño y sus montañas.
Banderas también aseguró que este tipo de aeronaves tiene una capacidad de sobrevolar durante dos horas antes de recargar combustible. Además, poseen visores nocturnos, lo cual permitirá que operen en la noche.
El coronel colombiano Eduardo Méndez, agregado en el país, comentó que una de las medidas de la planificación estratégica es cercar el lugar del incendio con agua, para que no avance.
Los equipos de vuelo extranjeros operarán desde las Balvinas, en el valle de Los Chillos, y permanecerán en el Distrito hasta que la situación lo amerite.