En caso de un accidente de tránsito, una persona que use el cinturón tiene hasta cinco veces más posibilidades de sobrevivir frente a una persona que no use el dispositivo.
Jesús Gómez, asesor técnico de Aneta, aseguró que en un choque a 60 km/h, el peso de la persona se multiplica por 40. “Una persona con un peso de 150 libras llega a pesar 2,7 toneladas, en un choque”. Explicó que en una colisión hay dos impactos.
El primero dura dos décimas de segundo, cuando el auto choca y se detiene. En el segundo, las personas que viajan en el vehículo se sacuden a la misma velocidad a la que viaja el automotor, pero con una fuerza de hasta 40 veces el peso corporal.
El cinturón de seguridad tiene dos propósitos. El primero es evitar que la persona se golpee la cabeza y el pecho contra el parabrisas y el panel del auto. El segundo es que no salga expulsada fuera del vehículo.
Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las leyes correctamente aplicadas sobre el uso obligatorio del cinturón de seguridad han logrado aumentar la tasa de uso de este dispositivo. Datos de la Policía de Tránsito certifican que en el 2011 se emitieron 55 480 boletas de citación a los conductores que no utilizaban o no exigían el uso del cinturón a los pasajeros.
No hay cifras sobre el número de víctimas y heridos provocados por la falta de uso de este dispositivo de seguridad. Según la OMS, el uso del cinturón de seguridad disminuye entre un 40% y 50% el riesgo de muerte de los ocupantes delanteros de un vehículo, y entre un 25% y 75%, el de los pasajeros de los asientos traseros.
Para Gómez, no hay otro dispositivo de seguridad pasivo que sustituya a la protección que da el cinturón en caso de un accidente. Sin embargo, todo depende de la velocidad a la cual ocurra el percance. A velocidades superiores a 100 km/h, el nivel de seguridad del cinturón disminuye. “Es importante que se reflexione sobre los beneficios de conducir a la defensiva y circular a una velocidad moderada”.
Los mecanismos y modos de uso de los dispositivos de seguridad para los niños son diferentes. Si se instalan como es debido y se usan correctamente, estos medios de sujeción reducen aproximadamente en un 70% las muertes de los menores de un año, y entre un 54% y un 80%, las de los niños de corta edad, según la OMS.
Es recomendable que los bebés viajen con la espalda hacia el frente hasta el año y medio. En caso de un impacto, el espaldar funciona como un casco protector para la cabeza.
Según el reglamento de la Ley de Tránsito, los niños menores de 12 años deben viajar sentados en el asiento posterior.
María Teresa Chiriboga conduce vehículo desde hace 10 años. Tiene dos hijos, de 2 y 7 años. Cuando viaja con ellos se asegura de que colocarles el dispositivo de seguridad para menores de edad. Su hijo mayor viaja con el cinturón de adultos. Los dos niños siempre viajan en los asientos posteriores. “En mí ha sido un hábito utilizar el cinturón de seguridad y también lo exijo a las personas que viajan conmigo”.
En su opinión, esta norma de seguridad se debería aplicar, incluso, en el transporte público. “Las campañas deberían ser constantes, al igual que el control”.
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