El trabajo en las canteras de San Antonio de Pichincha aún no se normaliza. De las 20 canteras que fueron suspendidas en abril, cinco (Tanlahua, Rosita, Fucusucu III, Fucusucu V y El Guabo) lograron retomar sus actividades.
Julio Jaramillo, representante legal de estas canteras, informó que no fue complicado obtener los requisitos que solicitó el Municipio. Estas minas contaban con autorización para explotar el material pétreo.
Las canteras de esta zona fueron suspendidas por trabajar sin cumplir con las normas técnicas. También por la contaminación que se generó en la zona.
Según la Secretaría de Ambiente, en San Antonio de Pichincha la contaminación por material particulado es tres veces mayor al promedio que se registra en el Distrito. En Quito, el promedio de material particulado es de 0,8 microgramos/cm² y en San Antonio es de 3,2 microgramos/cm².
El pasado 29 de mayo, la Comisión de Canteras del Municipio estableció cuatro requisitos mínimos para que los administradores de minas y canteras obtengan un permiso para la explotación. El título minero, una auditoría ambiental y un plan de manejo, el pago de regalías y la nómina de afiliación del personal al Seguro Social se debía presentar en la Dirección de Ambiente.
Hay 15 administradores de canteras que aún no presentan estos documentos. Víctor Abambari, dueño de la cantera San Catiquilla, comentó que le falta un documento del Servicio de Rentas Internas y otro del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social. Aspira a obtenerlos en una semana más. Mientras tanto, quiere que se le permita retomar sus labores. “Deseo volver a mi trabajo”.