En la peluquería Prietos ya no se utilizan las tijeras para cortar el cabello. Fueron reemplazadas por otras herramientas: hojas de afeitar, sin ningún tipo de protección; cepillos de dientes y de lustrar zapatos, y una máquina para cortar el cabello. Esas son las más usadas. Los clientes de esta peluquería, en su mayoría, son varones y tienen cabello afro o prieto, como lo llama Edith Santacruz, administradora del local.
La peluquería Prietos tiene dos locales en la calle Juan Molineros y Francisco de la Torre, en el Comité del Pueblo. El primero se abrió hace seis años, el otro hace tres. “A diario, se atiende, en promedio, a unos 70 clientes”.
Las hábiles manos de los nueve estilistas de descendencia afro son las que dan forma al cabello de quienes acuden al lugar.
Sergio Vásquez (30 años), comerciante, es uno de los clientes fijos. Desde hace tres años acude, en promedio, una vez al mes para que le ‘peluqueen’. David Mina (27), peluquero, ya conoce el estilo que le gusta. “Le vamos a hacer el corte Jersey”, dice, y alista sus herramientas.
Coloca sobre los hombros del cliente una capa negra para evitar que el cabello caiga sobre la ropa, y empieza su tarea. No es necesario usar antes peinilla para desenredar el cabello de Vásquez, pues es corto y crespo. “Los peines no pasan”. Por esa razón, coge directamente la máquina y empieza a pasarla por toda la cabeza.
El cabello cortado se agrupa como si fuesen motas de algodón y cae al piso. Cada pasada de la máquina amerita una cepillada. “Es para sacudir”. La brocha de peluquería no ayuda, porque las cerdas son muy frágiles. Las de los cepillos de dientes y de lustrar zapatos tienen cerdas duras.
Cuando concluye el corte, esparce agua sobre la cabeza con un atomizador, abre una nueva hoja de afeitar y con destreza empieza a quitar los cabellos de la parte de atrás, de las patillas y de la frente.
En zonas como las que quedan cerca de las orejas doblan a la hoja de afeitar para formar bien las líneas del peinado. Los clientes terminan sin raspones.
Mina retira los cabellos que quedan sobre la cabeza, esparciendo un poco de talco, con un cepillo de lustrar zapatos. Finalmente, rocía alcohol para desinfectar el área. Vásquez está listo para lucir su nuevo corte.
Luego de que se termina de atender a los clientes, las hojas de afeitar usadas son desechadas. Los cepillos se colocan en alcohol y después en el esterilizador.
A la peluquería Prietos acuden también clientes como Fabián Pérez (20), a quien le gusta hacerse, en su cabello, diseños más elaborados. Edwin Iturri (21), peluquero, es el encargado de dibujar un tribal en la cabeza del joven.
Los tribales son figuras abstractas que se trazan en el cabello bien corto. Hay otros quienes prefieren que se les dibuje marcas deportivas como Puma o Nike, nombres, números o lo que se puedan imaginar.
Antes de empezar con la tarea, Iturri corta el cabello prieto y lo deja bajito. Rocía agua sobre la zona que va a dibujar y coge una hoja de afeitar. La moldea con sus dedos para que se curve y empieza a trazar las líneas. Quita con el cepillo de dientes los cabellos cortados y poco a poco se empieza a notar el cuero cabelludo, que contrasta con las zonas donde todavía queda cabello.
Iturri, quien aprendió a cortar cuando tenía 16 años, cuenta que las formas de los tribales salen de la mente. Cada peluquero tiene en su cabeza la imagen y la reproduce. El diseño puede durar en promedio 15 días.
Futbolistas como el ‘Chucho’ Benítez y Édison Méndez acuden a Prietos para realizarse este tipo de peinados. Las mujeres afros también llegan a la peluquería para hacerse peinar.
Santacruz les hace trenzas o alisados. Para ello, usa cabello sintético o lana. Los precios de estos peinados van desde los USD 12 hasta los USD 30 y pueden durar hasta tres meses.
Los clientes entran y salen en la peluquería Prietos. Algunos llegan a pedir asesoría.
Tarifas y horarios
Los cortes de cabello cuestan USD 2,50. Si se incluye el arreglo de cejas y barba cuesta USD 3,50. En promedio, el corte de cabello prieto toma 20 minutos.
El precio de los tribales va desde los USD 4. Cuando se hace un diseño en toda la cabeza puede llegar a costar USD 10.
La peluquería Prietos atiende de lunes a viernes, de 09:30 a 20:30. Los sábados y domingos está abierta hasta las 21:00.
La peluquería Prietos está ubicada en las calles Juan Molineros y Francisco de la Torre, en el Comité del Pueblo. También tienen sucursales en Santo Domingo de los Tsáchilas.
Jamile Landázuri , propietaria de la peluquería Prietos, aspira a abrir un nuevo local en Bahía de Caráquez, Manabí. El propósito es expandir la técnica de cortar el cabello.