El intenso sol de la mañana del pasado sábado no impidió que los moradores de la comuna de Lumbisí, en el noroccidente de Quito, llegaran hasta la reserva ecológica del sector. Ese sitio era el punto de encuentro para iniciar una de las 80 mingas de reforestación que programaron el Cabildo y la Secretaría del Ambiente.
Hasta el lugar no solo se dieron cita los moradores. Estudiantes de los colegios de sectores cercanos a Lumbisí, como Cumbayá y Tumbaco, también asistieron.56 alumnos del colegio Spellman llegaron desde temprano para colaborar con la iniciativa. Esta medida buscaba forestar algunos sectores del Distrito y de esa forma ayudar a recuperar las áreas verdes quemadas durante el verano del año pasado. En el 2009, cerca de 2 000 hectáreas de bosques se afectaron.
Diego Cisneros, estudiante del Spellman, no se incomodó por el polvo y la tierra que había en el Lumbisí. Aunque tuvo que cargar un pico y una pala para sembrar un árbol, Cisneros estaba contento por ayudar “al planeta a que recupere su vida”.
Entre risas y juegos, Cisneros cavaba un hoyo de 50 centímetros aproximadamente. Dentro del agujero iba a colocar uno de los árboles que le entregaron en la comuna.
El estudiante necesitó una gorra y tomar mucha agua para combatir el sol de la mañana. En el parque ecológico se instalaron dos puestos de hidratación de la Empresa Metropolitana de Alcantarillado y Agua Potable. Para la actividad del sábado, los quioscos tenían destinados 50 botellones de agua (de 15 litros cada uno). A las 10:40, casi todos los envases que contenían el líquido se habían acabado.
En Lumbisí se planea sembrar cerca de seis hectáreas de áreas verdes. Un total de 6 000 árboles, de especies como Cedro, Cedrillo, Cholanes, entre otros, se plantarán en el terreno.
Jorge Munibe, coordinador de forestación del colegio Spellman, decidió incluir a los estudiantes dentro de esta actividad no solo por ser parte de su plan de estudios, sino también porque “de esa forma se crea conciencia del cuidado que debe tener el medio ambiente”.
Este mismo mensaje fue lo que motivó a Evelyn Jácome, estudiante del colegio Rafael Alvarado, a colaborar en la siembra. Ella llegó desde el sector de Tumbaco para apoyar la iniciativa. Para Jácome, la plantación de árboles no solo es un compromiso con la ciudad, sino también con quienes la habitan.
Diana Villamarín, también del colegio Rafael Alvarado, siente que la siembra ayudará a mejorar el trato de las personas con el ambiente. “Esta actividad es una lección de vida y crea un compromiso de cuidado”.
Según Ramiro Morejón, coordinador de la siembra, el trabajo de la reforestación se realizará constantemente en el Distrito.
Las mingas del sábado pretendían plantar 15 000 árboles en 250 hectáreas de toda la ciudad y convertirla en un sitio verde.