Entrevista. Fausto Gabriel Trávez. Arzobispo de Quito.
La Iglesia Católica se alista a celebrar el Año de la Fe. ¿Por qué hay que hacerlo?
El pontífice Benedicto XVI declaró el Año de la Fe desde el jueves 11 de octubre hasta noviembre del 2012. La Iglesia conmemora dos eventos: el Concilio Vaticano II, convocado hace 50 años, y el Catecismo de la Iglesia hace 20. Él escribió una carta porque en la actualidad hay una crisis de fe. La sociedad confía mucho en la tecnología y en el aspecto material. Nos estamos olvidando de lo auténtico que es la fe.
¿Qué tipo de actividades contempla la celebración del Año de la Fe a escala mundial y en el Ecuador?
Con un acto solemne, en la Basílica de San Pedro, en Roma, se empieza el Sínodo y van a asistir delegaciones de todas las conferencias episcopales. De Ecuador van a asistir tres obispos: Antonio Arregui, Esteban Zavala y Julio Terán. En Quito vamos a realizar una misa a las 18:00, en la Catedral, con la imagen de la Virgen de El Quinche. También hay tres ejes que se van a cumplir: la formación, la realización y el compromiso de toda la comunidad católica.
En la práctica, ¿cómo se van a ejecutar los tres propósitos del Año de la Fe?
Se harán asambleas, reuniones y encuentros para la formación. Después tiene que haber un compromiso de que todos los cristianos hagamos algo por los demás y el de mantener la fe demostrando que podemos hacer algo por la comunidad.
¿Cuáles son los factores que han llevado a las personas a perder la fe?
Estamos hablando de factores internos y externos a la comunidad católica. En la misma Iglesia, los sacerdotes han perdido la fe. Antes no se escuchaba que un sacerdote dejaba su ministerio. El ejemplo de la iglesia jerárquica también ha influido.
¿Cuál es el papel de los jóvenes en el proceso de restitución de la fe?
La Iglesia confía tanto en la juventud, que el papa Benedicto pidió que se realice el Año de la Fe particularmente con los jóvenes de una manera especial. Ellos tienen un concepto claro de paz y solidaridad. Son los jóvenes los llamados a ser sacerdotes y monjas. En ellos se tiene que restituir la fe.
La Iglesia atraviesa por momentos difíciles, que ve indispensable hacer un llamado a retomar la fe.
No es la mejor época para la Iglesia, pero cabe resaltar que ha habido peores momentos. Pero de cada situación han resultado frutos positivos de una comunidad comprometida. Actualmente, hay un fenómeno que puede traer una buena respuesta que es la indiferencia. Después de esta indiferencia puede producir una reacción positiva con la debida motivación.
¿Con la motivación se puede restituir la fe y ganarla en las nuevas generaciones?
Todos necesitamos esa motivación. Principalmente, nosotros de la iglesia jerárquica. Por ejemplo, fue gracias a la motivación de las personas que se realizó la procesión de la Virgen de Guadalupe. No estaba convencido. Ver las calles llenas de personas que todavía creen y de una forma muy ferviente a uno le motivan.
HOJA DE VIDA
Su experiencia. Mons. Fausto Trávez Trávez nació en Toacazo, provincia de Cotopaxi, el 18 de marzo de 1941. Antes de ser nombrado Arzobispo Metropolitano de Quito fue Obispo de Babahoyo. Estudio Filosofía y Teología en el Studentatu Franciscano de Quito, completando los cursos en la capital de Colombia.