A las 08:15 de ayer, luego de que el semáforo cambió de rojo a verde, los conductores que circulaban en sus vehículos por la calle Juan León Mera y Carrión, sector de La Mariscal, debieron detenerse a los pocos segundos.
A 30 metros, aproximadamente, está la siguiente intersección, la calle Veintimilla. Allí, la luz roja los obligó a parar otra vez.
La falta de sincronía entre semáforos ocasiona congestión y en horas pico hay trancones.
Una realidad similar en la avenida Diego Vásquez de Cepeda y Álvaro Velásquez, cerca del colegio Einstein, en el norte, y a lo largo de la avenida República.El alcalde Augusto Barrera anunció una solución a este problema. Ayer, en las instalaciones de la estación La Y del Trole, difundió un plan para mejorar el sistema de semaforización. Esto como complemento a la aplicación del sistema de restricción denominado pico y placa.
Este plan, además, busca optimizar, a mediano plazo, los actuales aparatos.
“Ha sido sorpresivo que en casi una década no hayamos optimizado ni actualizado el sistema de semaforización de la ciudad”, dijo Barrera, ayer.El Municipio y la Policía están a cargo de los semáforos del Distrito, pero de manera separada. El mayor Juan Zapata, de la Dirección Nacional de Tránsito (DNT), explicó que esto se debe a que hace más de 10 años, la Policía tenía competencia en todo. Ahora, por Ley, los municipios asumieron varias competencias, entre ellas, la organización del tránsito.
Mientras que la Empresa Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Emmop) está a cargo de la semaforización en 412 intersecciones, la Policía se encarga en 368, incluidas las parroquias.
Barrera reconoció que el sistema actual no permite el mejoramiento del flujo vehicular.
Entre las primeras medidas que se adoptarán está una inspección de todo el sistema que maneja la Emmop, que abarca 244 cruces en el norte y 36 en el sur.
Esta decisión incluye una sincronización de los aparatos. Las labores estarán a cargo de la empresa proveedora Sociedad Ibérica de Construcciones Eléctricas (SICE), que desde 1995 hasta el 2000 se ha encargado de la semaforización en la ciudad.
Carlos Buira, gerente de Tránsito de esta entidad, manifestó que hay que poner al día esas tecnologías. “Dentro de la inspección se adecuarán los tiempos de verde de las semáforos, acorde con la demanda del flujo vehicular.
Además, se cambiarán las luminarias incandescentes por unas de tipo Led. Estas darán mejor visibilidad a los conductores y ahorrarán energía.
Estos trabajos, que se extenderán hasta diciembre próximo, tendrán un costo de entre USD 400 000 y 500 000.
Los semáforos que maneja el Municipio forman parte de un sistema centralizado, que obedece a una programación.
Cuando hay un bloqueo de autos funcionan como si la circulación fuera normal.
Por esa razón, el Alcalde plantea una reestructuración y la incorporación de nueva tecnología. Esto se concretará en dos o tres años. “A través de cámaras y sensores de tránsito, el mismo sistema se adaptará por sí solo. Por ahora optimizaremos lo que tenemos, pero el salto es a ir a un sistema tecnológico avanzado”.
Según Zapata, Quito necesita un sistema centralizado de semaforización. “ Con el Municipio hemos trabajado en equipo, una muestra es el pico y placa. Estamos de acuerdo con los cambios, pues la organización y el control deben ir a la par. Hay que coordinar bien”.
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