Los riesgos de accidentes en las calles y la falta de más y mejor infraestructura motivaron la movilización de varios colectivos y ciudadanos que ven en la bicicleta un medio de transporte cotidiano.
Según datos de la Secretaría de Movilidad, en los últimos 15 años, en Quito, se han construido y habilitado 63,6 km de vías para el tránsito de ciclistas. De estos, el 20% (12,7 km) de la red es utilitaria, el 57% (36,3) es de tipo mixto y el 23% (14,6 km) es recreativa. La red vial de Quito está formada por 4 148 km.
Mauricio Velasteguí, del colectivo El Sur en Bici, aseguró que además del uso recreativo de la bicicleta, entre semana hay cientos de ciclistas que utilizan este vehículo como medio de transporte. El año pasado, la Secretaría de Movilidad realizó una encuesta, en la cual se determinó que en el Distrito se realizan 5 200 000 viajes, a diario. De estos, al menos 13 000 son en bicicleta.
Dependiendo del clima y de la distancia de los viajes, Humberto Jijón utiliza el transporte público o la bicicleta para movilizarse en la ciudad. Calcula que a diario recorre en promedio 10 km. Para él, la falta de infraestructura y sensibilidad de los conductores de vehículos motorizados son los principales problemas para movilizarse en bicicleta.
“Hace 15 días me encontré con un ciclista que fue atropellado por un taxista en el paso cebra de las avs. Orellana y Amazonas. Los policías le reclamaban al ciclista como supuesto responsable del accidente. No entendían su vulnerabilidad frente al auto ni el hecho de que fue atropellado en una zona de seguridad peatonal”.
Según los registros de la Dirección Nacional de Tránsito, en los últimos tres años se ha registrado un solo atropellamiento en el cual estuvo involucrado un ciclista.
El pasado jueves, una delegación de ciclistas entregó un manifiesto en el cual se solicita al Municipio la asignación de recursos y el mejoramiento y ampliación de la red de ciclovías.
Los primeros 7,2 km de ciclovía se habilitaron en el Parque Metropolitano, en 1996. La última ampliación se realizó el año pasado, con la habilitación de 470 metros que enlazan el parque El Ejido con La Alameda.
Velasteguí aseguró que aún faltan vías de interconexión. “En el sur hay una ciclovía que no está interconectada y que en muchos tramos ocupa la acera. Tampoco hay una vía que conecte al sur con el norte de la ciudad. Los ciclistas estamos excluidos en el plan de movilidad del Municipio”.
Representantes del Concejo Metropolitano recibieron el manifiesto y se comprometieron a gestionar una solicitud para que una delegación de ciclistas sea recibida en una sesión. Hay la posibilidad de que se pida otra vez un informe a la Epmmop sobre los recursos e inversiones que debieron ser asignados para la promoción del transporte alternativo, que es parte de las 24 medidas del Plan de Movilidad Inteligente presentado hace dos años.
Se prevé una serie de reuniones para desarrollar un proyecto de ordenanza para mejorar la movilidad de los ciclistas.
Desde hace 3 años, Ana Lucía Carlosano utiliza la bicicleta como medio de transporte para movilizarse a diario entre su casa y su lugar de trabajo.
Aseguró que desde la Kennedy hasta la Tomás de Berlanga es riesgoso transitar con la bicicleta por la falta de una vía exclusiva. “El resto de conductores no respeta a los ciclistas”. Desde ahí Carlosano toma la ciclovía hacia el sur. “En muchos lugares tampoco hay cicloparqueaderos y los que se instalaron en algunas plazas no los utilizo porque no son seguros”.
Carlos Páez, secretario de Movilidad, dijo que el Municipio financia los 52 ciclopaseos anuales, a un costo de USD 270 000.
“Además, se ha invertido en consultorías, proyectos impulsados por distintas organizaciones, la habilitación de la ciclovía entre El Ejido y La Alameda y la ejecución de dos proyectos de un fondo concursable (Al cole en bici y el Carril compartido de la Ecovía, que está en estudios)”.
No se dio una cifra exacta sobre la inversión para el transporte no motorizado en el último año. “El fondo de la Bicicleta Pública alcanza los USD 160 000, que serán destinados a señalización”.
Frank Fuentes, representante de los ciclistas urbanos, aseguró que la movilización y la entrega del manifiesto a las autoridades municipales es una de las primeras acciones dentro de un proceso que busca incidir en la política pública para mejorar las condiciones de movilidad en la ciudad.
Acotó que el mejoramiento de la infraestructura vial es prioritario. Páez anunció que en junio de este año se iniciará el proyecto de la Bici Pública. Consiste en el servicio de alquiler de bicicletas para la movilización en trayectos cortos entre La Y y el Panecillo.
En la primera etapa habrá 425 bicicletas distribuidas en 25 estaciones. Acotó que el proyecto incluye la habilitación de vías exclusivas o compartidas que interconectarán las estaciones.
Además, se implementará una campaña de educación vial para generar una cultura de respeto y convivencia entre ciclistas, peatones y conductores. “Con la Bici Pública se espera subir en un 20% el número de viajes en bicicleta”.
La gestión pública
Según Carlos Páez, el fondo para ciclistas y peatones ya no está vigente y los recursos para transporte no motorizados provienen del presupuesto general del Municipio.
Según la unidad de Transporte no Motorizado, cada kilómetro de ciclovía construida cuesta USD
500 000.