Una funda blanca con desechos hospitalarios fue depositada en un sitio de acumulación de basura en la av. Martha Bucaram de Roldós y calle Primera, sector Chillogallo, en el sur de la ciudad.
Estaba junto a otras bolsas con todo tipo de desechos. Los vecinos convirtieron la zona del inicio de la avenida en un punto ilegal de depósito de basura. José Ojeda, inspector de la Policía de Ambiente de la zona Quitumbe, contó que el botadero se identificó hace dos semanas. A partir de allí, se organizó un operativo de control para sancionar a los infractores que arrojaban basura en tres puntos a lo largo de la avenida.
Lo hacían en diferentes horarios. “Hicimos un seguimiento. Al abrir la funda se encontraron jeringuillas, agujas, frascos y restos de medicina. Son desechos peligrosos”, manifestó Ojeda.
En la funda se hallaron además recibos y un permiso de funcionamiento del 2010, a nombre del dueño de la farmacia de donde salieron los desechos. El funcionario recogió la funda para poder sancionar al vecino que incumplió con la Ordenanza 332. Esta normativa municipal fue elaborada por el Concejo en este año, para la Gestión Integral de Residuos Sólidos (manejo de basura).
Ojeda, acompañado por dos policías ambientales que tenían un chaleco verde sobre su uniforme, fue el jueves a la farmacia y tras la explicación a la propietaria entregó la boleta de sanción.
Arrojar este tipo de desechos en sitios prohibidos se considera una contravención de tercera clase y es una de las más graves. El infractor debe pagar una multa de USD 520, según la Ordenanza.
Entre abril y junio de este año se han registrado 2 157 infractores que incumplen con la normativa municipal. Margarita Benavides, vecina del sector, reconoció que la mala costumbre de los habitantes de depositar la basura en esos espacios es desde hace tres años.
Aunque también denunció que hay vehículos que circulan por el lugar y pasan arrojando la basura o vecinos que tienen sucio el frente de su casa. Según la Ordenanza, hay tres tipos de contravenciones que los uniformados ambientales pueden sancionar.
Entre las infracciones de primera clase más frecuentes está tener sucia o descuidada la vereda del frente de la casa o negocio, colocar la basura en el parterre o en recipientes no adecuados, lavar autos en la vía, entre otras.
Actualmente, el control se ejecuta en las ocho administraciones zonales del Distrito. Para esto, se coordinan operativos entre la Policía Ambiental, los Comisarios de Control y Aseo y la Agencia Metropolitana de Control. Por las infracciones se han generado USD 174 715, entre abril y junio. De este valor, se han recaudado USD 92 225 (53%). Walter Enríquez Ulloa, de la Agencia Metropolitana de Control, explicó que no se ha recaudado el total generado, porque hay ciudadanos que ignoran la multa que se aplica por esta infracción. El funcionario dijo que ese dinero se puede cobrar cuando el sancionado realice cualquier trámite municipal.
El procedimiento consiste en observar la infracción y entregar una boleta. Así, si alguien no tiene la cédula cuando recibe el documento y se resiste, se puede pedir apoyo a la Policía Nacional.
24 horas después de la sanción se puede apelar o pagar la multa en la Comisaría de Aseo Zonal. “El ordenamiento jurídico determina que la resistencia de un infractor sí se puede tipificar en el Código Penal. Incluso, los casos de los ciudadanos o empresas reincidentes pueden pasar a ser manejados por un juez y tener prisión de hasta siete días”, dijo Ulloa.
Del total de sancionados, 980 corresponden a infracciones de primera clase. Es decir, por no tener limpio el frente de la casa. Además, la Agencia de Control también identifica a empresas que hacen un mal manejo de desechos. Se entregaron 307 notificaciones a empresas públicas y privadas y fueron multadas 84.
El control continuará en los 137 puntos de depósito de basura que identificó la Empresa Metropolitana de Aseo (Emaseo). Ojeda adelantó que se están preparando nuevos operativos en Quitumbe, porque hay zonas donde también se depositan fundas con vísceras y se mezclan con otros desechos.