Los peritajes técnicos confirmaron una falla en el sistema de frenos del bus, como la causa del choque múltiple en la autopista Gral. Rumiñahui, el pasado 24 de julio.
Lenin Pérez, jefe del Servicio de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT), centro, acotó que la falla fue previsible.Dos días antes del accidente, el vehículo no aprobó la revisión técnica vehicular, porque tenía 11 defectos mecánicos, entre ellos una falla tipo 3 (peligroso) en la eficacia de frenado.
No obstante, el colectivo siguió circulando, sin ser detenido en ningún control policial.
Según el artículo 379, de la Ordenanza 213, se establece que los vehículos de transporte público que no pasen la revisión técnica no podrán transportar pasajeros mientras no la aprueben. En caso de incumplir esta norma, las unidades serán retenidas por cinco días y deberán pagar una multa de USD 200.
Desde el pasado miércoles, la Policía y el Municipio intensificaron los operativos de control al transporte público en la autopista General Rumiñahui.
En tres días se emitieron cerca de 150 contravenciones y 17 buses fueron retenidos por circular con pasajeros, sin haber aprobado la revisión técnica.
Edwin García, dueño de la unidad 3625 de la Cooperativa Libertadores del Valle, fue detenido para el control. Él asegura no haber tenido ningún accidente porque la unidad recibe mantenimiento mecánico cada 15 días.
Según el informe de la Corpaire, este bus se presentó el 24 de julio a la revisión técnica. Se detectaron 16 defectos mecánicos.
Hasta el pasado martes, el bus realizaba normalmente sus recorridos desde el playón de La Marín hacia el valle de Los Chillos.Gloria Carrera, quien vive en la Armenia, afirma que se siente insegura cada vez que los buses interparroquiales aceleran en la autopista al valle.
“En las horas pico, los buses van llenos y muchos son viejos. Hace falta más control”.
En el perímetro urbano también hay buses que siguen circulando sin los sellos de la revisión.
Fernando Calvopiña afirma que no ha sufrido ningún accidente en sus 20 años como conductor de bus. Él confía más en su propia prevención que en los chequeos obligatorios.
“La mayoría de choferes saben trucos para pasar la revisión, sin que se detecten algunas fallas”.
El bus que conduce Calvopiña aún no tiene el sello de la primera convocatoria de la revisión técnica. El bus no pasó la primera revisión, en enero de este año.
Desde entonces, el dueño de la unidad se despreocupó por arreglar la suspensión y refaccionar el piso de las gradas y otros defectos detallados por la Corpaire.
Mientras el bus aprueba la revisión, el pasado viernes, Calvopiña chequeó la suspensión, los frenos y la dirección del vehículo. Él sabe que la seguridad de los pasajeros y la suya están en juego.
Hasta julio, el número de víctimas que viajaban en unidades de servicio público fue de 1 535. Esto es 257 personas accidentadas más que el mismo período del año pasado (1 278).
Pérez explicó que los daños en los frenos y la dirección son las principales fallas mecánicas en accidentes de transporte público.
El número de accidentes por errores humanos sigue creciendo. Según datos de la Policía, la impericia e imprudencia, la embriaguez y el exceso de velocidad son las tres principales causas de los accidentes.
De enero a julio de este año, la impericia de los choferes produjo 4 581 accidentes. Los daños mecánicos sumaron 144 casos.