La cuenta regresiva para la salida definitiva de los moradores del barrio Estella Maris, en el sur, empezó. Los 137 socios de este sector firmaron las actas de acuerdo para salir de los terrenos que formarán parte de la franja de seguridad de la estación de combustibles de El Beaterio, en el sur. Son 4 500 metros que están en la parte sur.
Carlos Solórzano, dirigente del barrio, mencionó que los documentos para formalizar la salida se firmaron a mediados de diciembre del 2013. Del total de socios 30 optaron por ser relocalizados en un proyecto de vivienda del Municipio. El resto (107) optó por recibir el dinero en efectivo para buscar otra solución habitacional.
Los casos
Fanny Eras, moradora del sector desde hace 17 años, comentó que su familia resolvió aceptar una vivienda en el proyecto habitacional San Francisco de Huarcay, en Chillogallo, porque no tienen recursos para comprar una casa o terreno en otra zona de la ciudad.
El predio donde viven actualmente tiene 100 metros cuadrados de construcción y es de una planta. Este fue avaluado en USD 33 000. “Ese dinero no me alcanza. Los terrenos de 200 metros cuadrados son caros. Están en más de USD 20 000. No quiero quedarme con tanta deuda”.
Para la nueva propiedad, igual, se deberá endeudar. Los departamentos de 82 metros cuadrados de construcción y terreno de 102 metros, en el proyecto municipal, cuestan unos USD 43 000. Ellos esperan que ahí puedan mantener el taller que los ayuda a sustentar: una carpintería.
Solórzano mencionó que mientras se concentre la construcción de este proyecto habitacional, los moradores que optaron por esta alternativa podrán seguir en el barrio hasta mediados del 2015. Los moradores que decidieron tomar el dinero en efectivo tendrán menos tiempo. A ellos se les dio ocho meses para dejar el sector. Hay personas que aún no han definido a dónde van a vivir.
Betsabe Cuvi, moradora desde hace 27 años, contó que una vez que se concrete el pago empezará a buscar las opciones de vivienda. Ella espera encontrar una casa amplia para compartirla con su esposo e hija menor. La propiedad actual es de dos plantas. Esta fue valorada en más de USD 40 000.
En un sondeo que realizaron los familiares de Cuvi notaron que los precios más convenientes están del sector de Guajaló hacia el sur. “Es probable que nos quedemos cerca de esta zona. Ya estamos acostumbrados”.
María Yuyuna, otra moradora, los últimos días de diciembre empezó a remover los plásticos que mantenía en una bodega de su casa para que su traslado sea menos complicado. Ella esperaba recibir USD 66 000 por una vivienda de dos plantas. Eso le permitiría construir una nueva en un terreno que tiene en el barrio Padre Inocencio Jácome, más al sur. “El barrio es tranquilo, pero ya no podemos seguir aquí”.
El dirigente informó que los pagos se realizaron en la última quincena de diciembre. En promedio para indemnizar a estas familias la Empresa Pública Petroecuador destinó cerca USD 6 millones.
Está previsto que la construcción del proyecto habitacional San Francisco de Huarcay empiece a partir de este año. La Empresa de Hábitat y Vivienda del Municipio es la entidad encargada de hacerlo. Ahí se espera relocalizar a las familias que viven cerca de la estación de El Beaterio. Aparte de los moradores de Estella Maris está pendiente la salida de los habitantes de los barrios San Blas 1 y Jesús de Nazareth. Son cerca de 102 familias más que ocupan parte de la franja de seguridad. Son 100 metros a la redonda.
El objetivo es que una vez que salgan los moradores de estas zonas se derroquen las viviendas y se construya un cerco ecológico alrededor de esta industria. Se tiene previsto arborizar la zona. El acceso al sitio será restringido.
El proyecto
Petroecuador y el Municipio firmaron en marzo del 2012, un acuerdo para la relocalización de 239 familias que viven alrededor de la estación de combustibles de El Beaterio, en el sur.
El plazo inicial para cumplir este propósito era de dos años.
Petroecuador es la entidad que asumió los costos de la relocalización de las familias.
La empresa estatal destinó USD 9 423 501 para este propósito.
239 familias viven alrededor de la estación de combustibles de El Beaterio.