En la Estación de El Labrador, en el norte, parte de la obra subterránea está lista. Ahí empezaría a operar la tuneladora. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
Con la construcción del Metro, la capacidad de endeudamiento del Municipio de Quito bordearía el límite el próximo año y el 2017. Para ejecutar este proyecto se requiere de recursos económicos adicionales a los previstos durante la administración municipal anterior: son USD 490 millones más.
El costo de este sistema de transporte pasó de USD 1 500 millones a alrededor de 2 000 millones. Para cubrir la diferencia se hará un nuevo crédito. Pero primero se negociará con Odebrecht-Acciona para reducir la brecha de 490 millones. La Empresa Metro de Quito es la encargada de elaborar el plan de negociación.
La adquisición de un crédito adicional para el Metro se hará una vez que concluya este proceso. El monto que se deberá financiar está por definirse. Sin embargo, contraer otra deuda es viable, aseguró Daniela Chacón, vicealcaldesa de Quito.
Tomando como referencia el costo inicial del Metro (USD
1 500 millones), hasta el 2020 los cupos disponibles para solicitar nuevos créditos oscilarán entre los 68 millones y 583 millones, informó la Administración General del Municipio.
Durante la actual administración, los años más complicados serán el 2016 y 2017. En este período, la capacidad de endeudamiento, equivalente al 200% de los ingresos del Municipio, estará al límite. Ahí se desarrollará la parte más compleja del proyecto.
Para Antonio Ricaurte, concejal de SUMA-Vive, adquirir recursos extras para el Metro hará que el Municipio tenga menos posibilidades de solicitar créditos nuevos. “Las autoridades deberán ser creativas para ejecutar otras obras y tendrán que cuidar que no se eleven los costos del proyecto”.
Una inversión de más de USD 2 000 millones pondría en riesgo las finanzas del Cabildo, sostuvo Ricaurte. Por esto mencionó que vigilará que durante la obra del Metro no haya reajustes de precios.
Los estudios de ingeniería a detalle serían una de las garantías del proyecto para evitar sobrecostos. Además, en la actual administración se desarrollarán medidas complementarias para evitar impactos negativos en las finanzas municipales.
Entre las acciones que se tomarán para impulsar proyectos nuevos como la alternativa al túnel Oswaldo Guayasamín, la construcción de los Quitocables y la compra de troles biarticulados está desarrollar alianzas público-privadas. Se considerará emitir titularizaciones, realizar concesiones.
En el presupuesto está previsto reducir los costos de consultorías, viajes, mobiliario. Además se seguirá optimizando el sistema tributario. Con parte de estas iniciativas se ahorraría más de USD 30 millones anualmente.
Otras alternativas para no afectar las finanzas del Municipio con créditos extras para el Metro serían: optimizar el diseño del proyecto, vender terrenos y bienes municipales improductivos, señaló Carlos Páez, concejal Alianza País.
Por su parte Mario Villagómez, docente en Economía del Transporte, mencionó que por la fuerte restricción fiscal las autoridades podrían considerar la posibilidad de ejecutar este proyecto bajo un esquema de asociación público-privada.
En el actual escenario, para construir este sistema de transporte el Municipio tendrá que poner más recursos que el Gobierno Nacional. En lugar de aportar con el 50/50 del total, como estaba previsto inicialmente en el Decreto Ejecutivo 750, ahora asignarían el 62% y 38%, respectivamente en función de los nuevos costos.
Los pagos empezarán cuando se firme el contrato. Ahí se entregará alrededor de USD 150 millones. Luego se deberá hacer un programa de desembolsos, explicó Édgar Jácome, exgerente de la Empresa Metro. El plazo de las deudas ya contraídas por más de 549 millones empezará a correr una vez que se empiece a usar estos recursos. Estas se deberán pagar hasta en 32 años.