“Esto dio lugar al nuevo Quinindé, como se calificó a la zona de expansión urbanística, ubicada al este del cantón”, reflexiona Marcelo Gándara, del Departamento de Planificación del Cabildo.
65 000
habitantes
tiene la ciudad. Sin embargo, el déficit de
vivienda propia es superior al 60%.Efectivamente, en ese lugar florecieron las nuevas urbanizaciones privadas como Los Almendros, 24 de Junio, Horizontes Bajo, Horizontes Alto, 18 de Octubre… La mayoría estaba destinada para familias de clase media. Mientras que en el casco central de la ciudad, conocido como Quinindé Viejo, se concentraron las zonas comercial y administrativa del cantón.
El programa que más se destaca fue la edificación de 60 casas de corte popular, auspiciadas por el Miduvi y el Municipio de Quinindé. Estas unidades básicas, de 36 m², fueron levantadas, en el sector de El Limón, en el Nuevo Quinindé, para reubicar a familias que se vivían en sitios de alto riesgo, en las riberas de los ríos Quinindé y Blanco y en zonas proclives a deslaves.
Para este año se negocia la construcción de 100 viviendas más, para reinstalar a familias que habitan en sitios considerados peligrosos, según un estudio realizado por la Secretaría de Prevención de Riesgos. Siguiendo los lineamientos anteriores, el Municipio entrega los lotes y el MiduviI deberá financiar la construcción.
Según Gándara, una de las pocas iniciativas privadas es El Portón del Gallero. Este está ubicado a 4 km del centro de Quinindé, en la vía a Esmeraldas.
Se trata de un conjunto privado levantado en 76 484 m². Inicialmente se construyeron 24 casas de 60 m², compuestas por dos dormitorios, sala, cocina, comedor y un baño. Son casas que pueden crecer, asegura Irina Palma, la responsable del proyecto residencial.
Ella cuenta que inicialmente se planificó la construcción de 150 casas, pero que por el momento se están ofertando solo solares, dotados con todos los servicios básicos. “Hay lotes desde 198 a 393 m². El m² cuesta USD 15”.
Según Carolina Ampuero, encargada de la promoción, ya se ha vendido la mayoría de predios del conjunto, formado por 13 manzanas de 20 lotes.
La propuesta ha puesto énfasis en la dotación de servicios. “Tenemos agua que proviene de pozos propios, hay alcantarillado y luz eléctrica”, comenta un vecino. Los constructores también levantaron una capilla, una Unidad de Policía Comunitaria y tres canchas múltiples. “Lo que estamos ofreciendo es una pequeña ciudad”, señala Irina Salas.
Un detalle particular es el amplio pórtico verde de cemento, que en la parte superior tiene inscrito El Portón del Gallero. Según Palma, “la idea es transmitir la seriedad y la seguridad en una zona donde nada más seguro que la palabra de un gallero”.