El proyecto se asienta en el barrio Larrea, centro norte de Quito; es una propuesta inmobiliaria de 899 departamentos y oficinas y 59 locales comerciales. Foto: Galo Paguay / El Comercio
Uno de los proyectos habitacionales, de oficinas y locales comerciales más ambiciosos en el sector de Santa Prisca está por reanudarse. Es el proyecto IESS-Ejido, en las calles Larrea, entre Bogotá y Caracas, en el centro norte de la urbe.
A tres años de iniciada la construcción, se puede ver que solo el bloque de oficinas está concluido; mientras que de las cuatro manzanas asignadas para viviendas y locales, dos están en cimientos y las otras dos no tienen obra ejecutada.
Ante esta realidad se realizan reuniones reservadas entre representantes de las entidades participantes: Municipio de Quito, Biess y el fideicomiso que se creó para este proyecto inmobiliario. La última se realizó el jueves pasado (22 de octubre).
El principal obstáculo que se debe superar para su conclusión es el financiamiento. Es un proyecto que comprende la construcción de 899 unidades, que implican departamentos y oficinas, además de 59 locales comerciales, en las calles Manuel Larrea y Bogotá. Inicialmente se esperaba una inversión de USD 23,3 millones.
En el 2010, los precios de los departamentos se calculaban entre USD 30 000 y 70 000, de acuerdo con la superficie y el número de dormitorios. Tres de las cinco manzanas fueron asignadas a dos empresas y a un consorcio constructor. Se trata de Edificar, Maldonado Fiallos y Arroyo Otoya. Las otras dos están en espera.
En la actualidad, los constructores coinciden en que existe un panorama favorable para avanzar y concluir las obras. El ingeniero Alfredo Jaramillo, de la Constructora Edificar, dijo que es absolutamente viable la reactivación de la manzana que tiene a su cargo, la 1. “Creo que es posible seguir con la construcción: técnica, jurídica, económica y financieramente”.
Con él coincidió Jorge Gallo, del Consorcio Arroyo Otoya, a cargo de la manzana 4, quien recalcó que el proyecto va a avanzar y que tiene “visos de solucionarse”.
De las manzanas que tiene el proyecto, solamente la 5 (oficinas) está en etapa de recepción provisional de la obra. Son 93 oficinas distribuidas en dos torres de siete y 10 pisos.
Jorge Maldonado, gerente de la constructora a cargo de esta manzana, explicó que para concluir la obra puso dinero de su bolsillo; alrededor de un millón de dólares, cantidad que espera sea reembolsada.
Por su parte, Luisa Maldonado, concejala que preside la Comisión de Vivienda y Hábitat del Municipio, explicó que en dos ocasiones se aumentó el número de unidades habitacionales y locales comerciales que tenían (en 2011 y 2013). De esta forma, se aprovechó de mejor manera el espacio de los terrenos previstos para este proyecto. “Primero, valoro mucho esta obra por todo lo que significa la reactivación del sector, es extraordinario, por tanto hay que hacerla; segundo, hay que cumplir con la gente”, dijo.
Margarita Romo, quien fuera gerenta de la Empresa Metropolitana de Hábitat y Vivienda en la anterior administración, dijo que se identificaron errores e inconsistencias estructurales en los diseños. Se realizaron respectivos ajustes.
Según la concejala Maldonado, de 806 departamentos que ahora tiene el proyecto, alrededor de 248 están vendidos o comprometidos para venta.
Elvira Nicolalde, profesora, adquirió en planos un departamento de la manzana 4 y en el 2012 obtuvo la promesa de compra y venta de su departamento. Hasta la fecha canceló USD 15 000. Contó que pensó retirarse, sin embargo, ahora espera con ansias a que se reactive para tener su vivienda.
Hubo también quienes pidieron la devolución del dinero por las demoras.
Fernando Madero, dueño de un local desde hace seis años, frente al proyecto IESS-Ejido, está convencido de que cuando termine el proyecto habrá más desarrollo y dinamismo comercial; por eso, espera que se reanuden las obras.
Este Diario pidió una entrevista al Biess, adjuntando las preguntas sobre el proyecto IESS- Ejido, el lunes 19 de octubre, a través del Departamento de Comunicación. Hasta el viernes no hubo respuesta.