Redacción Negocios
La suspensión de las negociaciones con China para el financiamiento del proyecto hidroeléctrico Coca-Codo Sinclair implica un nuevo retraso en la ejecución de la obra de generación eléctrica.
Esto debido a que el contrato de construcción con la empresa SinoHydro, suscrito el 9 de octubre de 2009, está atado al financiamiento del Exim Bank de la República China, señaló la Cámara de la Construcción de Quito (CCQ).
A través de un comunicado, la Cámara lamenta que el proceso emprendido por el Gobierno para el desarrollo de esta obra no fuera el más adecuado. La CCQ señaló que se pretendió realizar el proyecto sin contar con los estudios necesarios y los diseños de construcción. “Se emprendió una fallida alianza con la empresa Argentina Enarsa bajo un proceso de ejecución tipo EPC (llave en mano) y Alianza Estratégica, tipo de contratación que ha causado serios perjuicios al país.
Han pasado 38 meses de gobierno y el proyecto apenas dispone de los diseños referenciales. Dentro del contrato con la empresa SinoHydro se previó que los diseños de ingeniería conceptual deberían estar terminados en un plazo de dos meses; los diseños correspondientes a la ingeniería básica en seis meses; y los diseños de ingeniería de detalle en 15,5 meses, a partir de la firma del Acta de Inicio”.
Ante esta situación, si se reanuda el proceso bajo la misma modalidad y el nuevo contrato se suscribe en un plazo extremadamente corto de seis meses, los diseños de ingeniería básica con los cuales recién se puede emprender la construcción se dispondrían en el primer trimestre del año 2011.
El Gobierno “debe modificar la forma de emprender la ejecución de los proyectos hidroeléctricos mediante la modalidad tipo EPC o llave en mano con financiamiento. Los objetivos políticos del Gobierno no deben subordinar a los criterios técnicos”. Hermel Flores, presidente de la CCQ, puntualizó que los proyectos deben contar con los estudios técnicos necesarios, que permitan además disponer de un presupuesto ajustado a la realidad y eliminar incertidumbres que redundan en incremento de costos y especulación de los oferentes.
Flores recuerda que las buenas intenciones de los gobernantes, de construir los proyectos sin cumplir con las diversas etapas y procedimientos, y a la mayor brevedad posible, traen como consecuencia negativa grandes errores y problemas como el que está atravesando el Proyecto Coca Codo. Otros proyectos como San Francisco o el Toachi-Pilatón , también tienen inconvenientes.
En el otro lado está, por ejemplo, la construcción del Mazar, que se ajustó a los principios fundamentales de ingeniería y contratación pública.