Hacia las 23:15 de ayer 16 de enero, un bar del sector de La Mariscal, en el norte de Quito, fue el escenario de una protesta en sus alrededores.
Según versiones de Iván Carrazco Montalvo y de Angel Escobar Garzón, ambos estaban besándose en el interior de una discoteca. Fue hacia las 23:00 cuando los empleados del local solicitaron su salida del lugar debido “a que ese tipo de espectáculos no sé permitían en ese establecimiento”.
Margarita Carranco, secretaria de Inclusión Social del Distrito Metropolitano de Quito, fue una de las testigos del hecho. Al respecto, ella relató que vio a dos chicos besándose momentáneamente. Ella preguntó a los empleados sobre la situación, a lo que ellos respondieron, según Carranco, que “este no es un bar gay”.
Danilo Manzano, de la red de jóvenes LGBTI del Ecuador, aseguró que esta no es la primera vez que sucede este tipo de problemas en el bar.
En esta fecha se anunció una besada pública por los derechos de todas las personas a expresar públicamente sus afectos. Tras conocerse lo sucedido, un grupo de manifestantes se ubicó en los exteriores de este lugar y se efectuó una marcha por las calles del sector.
Francisca Frisone, una de las manifestantes, aseguró que ella se siente indignada frente a la forma en cómo se manejan los derechos de la comunidad LGBTI.
Por su parte la Asociación Silueta X, a través de un comunicado, indicó que “ante los recientes actos de discriminación (…) presentará, el próximo martes, las Reformas a la Ordenanza del Municipio Metropolitano de Quito, con la finalidad de resguardar los derechos de las personas TILGB”.