Mañana (13 de abril del 2018) se celebra el Día del Maestro. Según el Ministerio, hay 28 148 docentes graduados en otras áreas, el 17% del total. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.
Cuando Evelyn Bastidas era una de las enfermeras del Hospital Jackson Memorial, en Miami, Estados Unidos, no se sentía a gusto. La profesión le pareció “un poco ingrata”.
Lo suyo eran los libros. La licenciada, de 44 años, ama leer. Y sentía que debía seguir el camino de su vocación.
Al volver al país decidió vincularse al Colegio Johannes Kepler. Al principio estaba encargada de la biblioteca y también laboraba
como enfermera.
Pero desde hace seis años se dedica de lleno a dar clases de literatura. Los 8 000 textos que gestiona le permiten inculcar el amor por la lectura a los estudiantes de esa institución.
Al igual que Bastidas, varios profesionales de otras áreas se han vinculado al ámbito educativo. Ella sí tuvo una preparación en pedagogía antes de ingresar a la institución. Lo hizo para relacionarse mejor con los estudiantes y sus padres.
En el sistema público de educación existen 163 363 docentes en inicial, básica y bachillerato. De ellos, 28 148 tienen un título en otras ramas. Esto representa un 17%. Los datos corresponden a este año escolar, según la Cartera de Educación.
Ellos deberán obtener un título de cuarto nivel en ciencias de la educación en un plazo de tres años, según la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI). Pero, con las reformas a la normativa se podría ampliar ese plazo.
Mañana, 13 de abril del 2018, se conmemora el Día del Maestro Ecuatoriano. Es una fecha especial, que recuerda su papel fundamental en la sociedad.
Andrea Jarrín es ingeniera en Medioambiente. Antes de que se construya el aeropuerto Mariscal Sucre, en Tababela, ella realizó ahí estudios de seguridad ambiental. Pero en el fondo, no estaba satisfecha.
En su adolescencia, ella reunía a sus primos y jugaba a ser maestra. Desde ese momento, sin saberlo, sintió que debía dedicarse a la educación.
Por eso decidió seguir un diplomado en Docencia. Desde hace una década ella es maestra a tiempo completo. Actualmente, en el Kepler, impulsa un proyecto de huertos orgánicos y granjas, para niños de preescolar y primaria. A los estudiantes de bachillerato, en cambio, les enseña sobre la importancia del medioambiente.
Algo similar le ocurrió a Paola Jácome, que es docente desde hace más de quince años.
Antes de ser profesora, ella completó la carrera de Administración Turística. Pero nunca la ejerció. Luego de obtener ese título siguió otra carrera vinculada a la educación.
Las tres docentes coinciden en que ser maestras les da la posibilidad de construir una sociedad más justa. “En nuestras manos está lograr cambiar al mundo”, asegura Jácome.
El sector turístico también es el área en la que se especializó William Salazar, de 35 años.
En los diferentes trabajos que tuvo en ese ámbito, no alcanzó el desarrollo personal que esperaba. No era feliz, dijo.
Hace cuatro años le plantearon la opción de dar clases. Desde entonces, se enamoró de la profesión. Ahora es tutor de séptimo de básica en la Unidad Educativa León Cooper.
Su mayor satisfacción es encontrarse con exalumnos que lo abrazan y lo recuerdan con cariño. Salazar sabe que, desde las aulas, puede aportar en la cristalización de sus sueños.
La “semilla” de la docencia, siempre rondó en el imaginario de Pedro Espinosa.
Cuando todavía cursaba la carrera de Política, en la Universidad Central del Ecuador, Espinosa tuvo la oportunidad de dictar talleres de ciencias sociales. Ese primer encuentro frente a un grupo de estudiantes le motivó a vincularse más de cerca en la educación.
Por eso se acercó al Pensionado Universitario Nelson León Vizcarra, donde completó su bachillerato. Ahora, dicta las materias de economía, sociología y emprendimiento, desde hace casi cuatro años.
Luis Sevilla, vicerrector del Colegio Nacional Mejía, comentó que la institución cuenta con 204 docentes. A su criterio, el aporte académico que hacen los profesionales de otras ramas es valioso.
El ingreso de docentes con otros títulos ha permitido reducir la brecha del déficit de maestros, principalmente en las áreas rurales a nivel nacional, según Educación.
Diego Rodríguez, de 30 años, es ingeniero mecánico y tiene una licenciatura en Física y Matemática. Recordó que su familia le pedía que buscara trabajo como ingeniero.
Pero no lo sentía. No era lo suyo, indicó. Por eso se vinculó a la docencia hace cuatro años. A pesar de que como profesor gana menos, confiesa que es lo que le encanta hacer.
Los docentes ingresan por concursos de méritos y oposición en igualdad de condiciones, tal como lo establece la LOEI. En este sentido, en el Quiero Ser Maestro han resultado ganadores 5 509 profesionales de otras ramas.