Los creyentes desfilan este 2 de abril del 2015 por los templos del Centro Histórico de Quito. Es Jueves Santo y, como cada año, la gente se acerca más de lo normal a la iglesia, comenta una mujer que en la puerta reparte estampas y escapularios, a cambio de una “limosna voluntaria” en el atrio de San Francisco.
A partir de las 18:30 de este jueves se iniciará la Procesión de la Luz, en la iglesia de La Basílica, en la calle Venezuela. Desde allí recorrerá por la Manabí, García Moreno y La Ronda hasta llegar a la iglesia de Santo Domingo.
Sin embargo, el operativo de tránsito y cierre de vías comenzará una hora antes, a las 17:30. Las rutas alternas son la Mariscal Sucre, Pichincha, Gran Colombia, 24 de Mayo, Imbabura, Montúfar y Benalcázar. Según la Agencia Metropolitana de Tránsito, la reapertura de vías se realizará paulatinamente conforme avance la procesión.
Los feligreses que llegaron al Centro Histórico en la mañana y tarde del Jueves Santo visitaron las iglesias de San Francisco y la Catedral. La primera, que se encuentra en obras de restauración, tenía la mayor parte de bancas ocupadas cerca de las 13:00.
Francisca Buenaño sintió la necesidad de ir, luego de varios años sin visitar esa iglesia. “Vine a ver lo hermoso que hay aquí en arte, pero principalmente a pedir perdón a Dios por mis errores y a agradecerle porque mi vida está mejor y es un regalo”, dijo. Para ella es importante acercarse a la iglesia en lo que considera un aniversario de la muerte de Jesús y que se debe transmitir la tradición a los más pequeños.
La fe es una herencia que Liliana Pillajo recibió de su madre, fallecida hace ocho años. Ella y su esposo portaban unas máscaras de cartulina, con una imagen de un cucurucho, que les habían regalado en la Catedral. Para su familia formada por cuatro hermanos, sus parejas y 11 niños es importante reunirse en la iglesia de San Francisco en Semana Santa. El jueves acude para orar y confesarse. El viernes, todos juntos van a la procesión de Jesús del Gran Poder.
Otras personas como Teresa Puedmag fueron a San Francisco para confesarse. Ella llegó acompañada de su hija y de su madre. Cuenta que en su parroquia hay un solo sacerdote que no se da abasto con la cantidad de feligreses que quieren realizar el sacramento. Decidieron esperar hasta las 15:00 que empezaba nuevamente la atención de los sacerdotes de ese convento para las confesiones.
En el Centro Histórico el ambiente religioso se siente a cada paso. En las cruces en exteriores de las iglesias se han colocado adornos florales de diversos colores que llaman la atención de devotos y turistas, quienes se detienen a fotografiarlos.