Cerca de 500 000 feligreses se congregaron la mañana de este viernes 19 de abril de 2019 para la procesión. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO
El dolor de rodillas que aqueja a Luis Antonio Jordán, de 81 años, no impidió que acuda a la edición número 59 de la procesión de Cristo del Consuelo, en el suburbio de Guayaquil.
El adulto mayor vestía camiseta blanca, pantalón gris y un bastón en su mano izquierda. A su lado iba su nieto, acompañando su penitencia.
“Vine para pedir por mi salud. Tengo algún tiempo que me fallan las rodillas y las revisiones médicas no hacen efecto”, comentó Luis, quien vive en el sector y es devoto de la imagen desde niño.
Al igual que él, cerca de 500 000 feligreses se congregaron la mañana de este viernes 19 de abril de 2019 para la procesión. La caminata inició en el Santuario del Cristo del Consuelo, ubicado en las calles Lizardo García y la A. Desde ahí, los católicos tuvieron que recorrer 15 cuadras hasta llegar a la plazoleta del Cisne II hasta el Monumento de la Fe, a orillas del estero Salado.
El recorrido fue multitudinario
La devoción del Cristo del Consuelo comenzó en 1960. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO
Otros seguían el Vía Crucis por altoparlantes y coreaban los rezos. La mayoría de asistentes tenían rosarios, velas encendidas e imágenes religiosas en sus manos. Fotos: Mario Faustos/ EL COMERCIO
La peregrinación concluyó con una misa campal, un Padre Nuestro y una oración a María. Foto: EL COMERCIO
Para la procesión se desplegó un contingente de 200 bomberos; 698 uniformados de la Policía Nacional; personal de la Cruz Roja y agentes de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM). Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO
En la ceremonia religiosa, el arzobispo de Guayaquil, Luis Cabrera, pidió por las familias, por los enfermos, por el país y por la conversión no solo en Semana Santa. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO
El recorrido fue multitudinario. En las calles aledañas a la ruta, decenas de comerciantes de comida y bebidas se acoplaron para ofrecer sus productos. El olor de los platos se mezclaba en el ambiente con el aroma del incienso.
La devoción del Cristo del Consuelo comenzó en 1960. Desde entonces, aumenta su magnitud cada Viernes Santos. Jhonson Aguilar, de 56 años, lleva medio siglo siguiendo la cruz y la estatua de la Virgen María.
En esta ocasión, Jhonson iba empujando la silla de ruedas de su esposa. Ella tiene una gangrena en su pie que le impide caminar, por eso, ambos rezaban durante el vía crucis.
Otros seguían el Vía Crucis por altoparlantes y coreaban los rezos. La mayoría de asistentes tenían rosarios, velas encendidas e imágenes religiosas en sus manos. La mañana estuvo nublada con una temperatura de 26 Cº. El Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil colocó motobombas a a lo largo del trayecto de 26 cuadras, para lanzar chorros de agua y refrescar a los caminantes.
Para la procesión se desplegó un contingente de 200 bomberos; 698 uniformados de la Policía Nacional; personal de la Cruz Roja y agentes de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), que cerró el acceso vehicular para evitar inconvenientes y que el paso peatonal fluya.
Durante la jornada, se registró el deceso de un servidor policial. Al parecer, el uniformado se sintió mal y fue trasladado hasta un hospital donde se comprobó su muerte.
La Policía notificó también la recuperación de una menor de edad extraviada. La pequeña fue llevada hasta una carpa ubicada a lado de la tarima principal, hasta que llegue su papá a recogerla.
La peregrinación concluyó con una misa campal, un Padre Nuestro y una oración a María. Los fieles se tomaron de las manos y gritaron un “amén y viva el Cristo del Consuelo“, en coro. En la ceremonia religiosa, el arzobispo de Guayaquil, Luis Cabrera, pidió por las familias, por los enfermos, por el país y por la conversión no solo en Semana Santa.