La presión por la consulta crece; Lenín Moreno reta a Rafael Correa

Gustavo Larrea se reunió este 21 de noviembre del 2017, en Carondelet, con el presidente Lenín Moreno. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO

Gustavo Larrea se reunió este 21 de noviembre del 2017, en Carondelet, con el presidente Lenín Moreno. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO

Los dirigentes y militantes de la organización Democracia Sí organizaron una marcha a favor de la consulta popular. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

Los aliados del Gobierno se activaron para tratar de apuntalar la consulta popular que fue propuesta por el Ejecutivo. El proceso está en la Corte Constitucional (CC), desde el 2 de octubre pasado.

Los representantes de unas 60 organizaciones sociales, agrupadas alrededor de la Comisión de Organizaciones Sociales y Partidistas del Ecuador, se reunieron con la vicepresidenta (e) María Alejandra Vicuña, este martes, 21 de noviembre del 2017, por la mañana, en el norte de Quito.

En el Centro de la capital, en cambio, los militantes de Democracia Sí compartieron con el presidente Lenín Moreno.

Las consignas fueron las mismas en ambos lugares: votar siete veces sí en la consulta popular, presionar a la Corte Constitucional para que acelere el paso del trámite y respaldar la gestión del gobierno de Moreno. Para mañana (jueves) está previsto otro encuentro similar en Guayaquil, pero del frente Somos Ecuador.

Se busca que la consulta sea vista como una iniciativa de la población y no solo de un Gobierno o un partido político. “Hay que entender que es una demanda ciudadana. Más de 2 700 preguntas fueron procesadas de 700 organizaciones, colectivos, gremios, para definir los contenidos de la consulta”, dijo la Vicepresidenta.

Los militantes de Democracia Sí, por su parte, se habían encontrado en el parque El Arbolito a las 08:30. De ahí avanzaron a la Corte Constitucional y luego fueron hasta la Plaza Grande. Cerca del Palacio de Carondelet se instaló una tarima con equipos de sonido. Bandas musicales entretuvieron a los asistentes, mientras un grupo de dirigentes, liderados por Gustavo Larrea, dialogaba a puerta cerrada con el Primer Mandatario.

En un principio se anunció que luego de la cita, Larrea subiría a la tarima para dar un discurso. No fue necesario.

Él apareció en el balcón de Carondelet, junto al Presidente de la República, con un micrófono en la mano.

Los clics de las cámaras fotográficas se multiplicaron y sonaron como aplausos. Capturaron para la historia la primera imagen de Larrea y Moreno juntos, en Carondelet.

El líder de Democracia Sí no había estado tan cerca de un Primer Mandatario desde el 2008. Entonces, era ministro de Gobierno del expresidente Rafael Correa. Ese mismo año renunció y marcó distancia con el expresidente.

A Correa, precisamente -que anunció una visita a Ecuador este viernes- le dedicó unas palabras antes de dejar el Palacio de Carondelet. Su presencia, dijo Larrea, no incidirá en el rumbo político del país, como espera el frente correísta del movimiento oficialista.

“Es verdad que hizo mucho daño al país, pero no vamos a actuar por revancha. No podemos hacer política así”, comentó Gustavo Larrea.

Moreno, en cambio, comentó que no debería provocar asombro que un ciudadano circule libremente por el país.

“Que venga, por favor, y haga una concentración acá en Quito, en el estadio del Aucas, en el estadio Olímpico; que vaya a Guayaquil; que vaya a Cuenca, que no se esconda en las fronteras”, comentó Moreno. “Que venga acá, donde la ciudadanía de forma respetuosa, pero contundente, le dirá lo que piensa de los últimos años de su mandato”.

Las palabras ahondaron aún más la pugna que existe en el oficialismo. Desde Bélgica, Correa publicó en Tuiter: “Ahora Esmeraldas es un escondite en la frontera. ¡Qué barbaridad!” Y citó una frase de Eva Perón. “Sobre las cenizas de los traidores construiremos la Patria de los humildes”.

En la actualidad existen dos bandos que dicen estar al frente de la organización Alianza País. Uno cercano a Moreno y otro, a Correa. El segundo, liderado por Ricardo Patiño y Gabriela Rivadeneira, convocó para este 3 de diciembre a una convención nacional, donde participará Correa. De forma previa, tiene previsto recorrer las principales provincias para tratar de ­reestructurar
el movimiento.

Vicuña advirtió que esa convención no es oficial, pues solamente la puede convocar la directiva que está inscrita en el Consejo Nacional Electoral, con Lenín Moreno a la cabeza. Por tanto, lo que se decida en “esa reunión de amigos” no tendrá una validez legal.
El Gobierno -siguió Vicuña- seguirá enfocado en cumplir sus promesas de campaña.

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