Brasil fue gobernado por siete presidentes desde 1985, tras el retorno de la democracia al país sudamericano después de 21 años de dictadura militar (1946-1985). En las elecciones que se llevan a cabo este 5 de octubre se determinará si se suma un mandato a Dilma Rousseff o un nuevo nombre a la siguiente lista de jefes de Estado.
Las elecciones presidenciales, legislativas y regionales del domingo en Brasil, en las que el voto es obligatorio para 142,8 millones de electores, exigen la movilización de 2,4 millones de jurados y funcionarios del sistema electoral para garantizar un escrutinio en tiempo récord.
Las elecciones en un país continental, el mayor de América Latina, con tres husos horarios y cerca de 200 millones de habitantes, tienen números de electores, candidatos, colegios electorales y recursos que impresionan por su magnitud, según las cifras divulgadas por las autoridades electorales.
Los electores de Brasil, en donde el voto es obligatorio para los mayores de 18 años y opcional para quien tiene 16 o 17 años, elegirán el domingo al presidente entre 11 candidatos y a los gobernadores de los 27 estados del país entre 166 aspirantes.
Igualmente renovarán la tercera parte del Senado (27 escaños) entre 172 candidatos y la totalidad de la Cámara de Diputados (513 curules) entre 6 172 aspirantes.
Los 32 partidos políticos formalmente registrados en Brasil igualmente postularon a 977 candidatos para integrar la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y 14 871 aspirantes para renovar los legislativos regionales de los otros 26 estados del país.
Los electores podrán votar en cerca de 530 000 urnas electrónicas distribuidas en 450 000 colegios electorales de 5 570 municipios y cerca de 200 puestos de votación en el exterior.