Cuando se cumple ya el plazo de 10 días que otorga el Código de la Democracia para la finalización del escrutinio, en 11 provincias se ha completado el proceso. Pero la misma Ley Electoral permite extender el plazo si la circunstancia así lo exige.
En ese contexto, lo ocurrido en las provincias de Azuay y Santo Domingo, con la entrega de los datos de más del 90% de las Juntas Receptoras del Voto a las 19:30, dos horas y media después del cierre del proceso, es una señal de que en un futuro no lejano será esta la modalidad que el Consejo Nacional Electoral adoptará.
Para Juan Pablo Pozo, consejero electoral y coordinador del proyecto de voto electrónico en Azuay, aquello podría ocurrir solamente con una transición ordenada del voto físico al voto electrónico. Además, nunca dejará de darse un comprobante al elector para que sepa que su voluntad en las urnas ha sido respetada.
“Si logramos hacer una transición ordenada y respetando el secreto del voto, capacitando a todos el uso de las máquinas, puede ser exitoso”.
Pozo destaca la velocidad que el sistema otorga: a las 19:45 todos los miembros de las Juntas Receptoras del Voto ya se habían ido a sus casas.
No se trata para el azuayo de un pilotaje pequeño. Con 2 163 Juntas Receptoras de Voto en 15 cantones, bien podría pensarse en extender a todo el país en el marco de un acuerdo con las organizaciones políticas.