El gobernante del país más importante del mundo está inquieto por la situación que en Ecuador atraviesa la libertad de prensa. Mediante una carta, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, rindió ayer un homenaje a los periodistas que “han sacrificado sus vidas, su libertad o el bienestar personal en la búsqueda de la verdad y la justicia”. En esa misiva, Obama se solidarizó con el periodista ecuatoriano César Ricaurte, quien ha sido objetivo de hostigamiento. Por ello, Obama formuló un llamado a los gobiernos a reconocer el papel vital que cumple la prensa libre y a “tomar las medidas necesarias para crear sociedades en las que los periodistas independientes puedan cumplir su tarea sin temores ni trabas”.
Este llamado de atención se suma a la observación que esta semana ya realizó la Casa Blanca sobre el país. Antier, el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner, pidió al Gobierno ecuatoriano que garantice la libertad de prensa como un componente vital de una sociedad democrática y que se asegure de que los periodistas pueden operar sin temor a amenazas o castigos.
Ricaurte dio un testimonio el año pasado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Allí denunció los constantes ataques que sufren comunicadores en el país. Ricaurte es el director de Fundamedios, una ONG que reporta las amenazas contra la prensa y que ha sido duramente cuestionada por el gobierno de Rafael Correa.
Este organismo presentó ayer un informe que revela que en Ecuador se registraron 156 agresiones a medios y a periodistas en 2011, mientras que en el primer trimestre de 2012 llegaron a 53.
El periodismo en el mundo
El ejercicio periodístico en el mundo se enfrenta a grandes obstáculos de orden económico, político y social. Además del ambiente hostil contra la libertad de prensa que se vive en países andinos como Ecuador, Bolivia y Venezuela, se suman la violencia política contra los comunicadores; las economías tambaleantes que dejan en el desempleo a cientos de periodistas y las represalias por parte del crimen organizado.
Las cifras son alarmantes. Según un informe de Reporteros Sin Fronteras (RSF), desde inicios de este año, un periodista es asesinado cada cinco días en el mundo. La organización advierte que en 2011 se engrosó la lista de los jefes de Estado, caudillos u organizaciones afines al poder que califican a los comunicadores como “depredadores” de la libertad de la prensa. Según RSF, en este año murieron violentamente 21 periodistas y seis ciudadanos que informaban por Internet.
Por eso, en el marco de la celebración del Día Mundial de la Libertad de Expresión, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, pidió un minuto de silencio en honor de los 63 trabajadores de la información muertos desde abril del 2011. Solo en el 2011 llegaron a sumar 179 los cronistas asesinados, un número que representa el nivel más alto de represión desde los años 90.
“La libertad de expresión es uno de nuestros derechos más preciosos. Es la base de todas las otras libertades y es un derecho fundamental para la dignidad humana”, dijo Ki-Moon, quien resaltó que la libertad de prensa contribuye a la transformación de la sociedad, a través de la transparencia y la responsabilidad.
Crisis española pasa factura
Desde 2008 más de 6 230 periodistas perdieron su trabajo en España, 57 medios de comunicación cerraron sus puertas y se llevaron a cabo 23 expedientes de regulación de empleo, según la Federación de Asociaciones de Periodistas de España .
Bajo el lema “ sin periodismo no hay democracia”, unos 200 periodistas se manifestaron ayer en Madrid para defender una prensa “amenazada por la crisis”.
Reacciones
Andrés Quiñónez / Comerciante
‘Moriría si no pudiese expresar mi criterio’
Si mi voz fuese silenciada sería como morir. La libertad es un principio que tenemos todos los individuos. Por eso nadie puede decir a otro que calle sus pensamientos que le son incómodos. Ahora hay situaciones en que la gente no puede hablar. El Presidente exige respeto, pero él no lo hace; él critica, pero no puede ser criticado. Eso es inquietante para la gente y su libertad.
Cristina Pucachaqui/ Estudiante
‘Hay que expresarse, pero con respeto’
Es una frustración para cualquier persona no poder expresarse. Sin embargo, ese derecho va de la mano con el respeto a los demás. Por el derecho a ejercer la libre expresión se puede ofender o se pueden divulgar hechos irreales. Por eso para hablar se necesita tener fundamentos. No importa si se trata de temas emocionales o laborales, hay que tener una base.
Samuel Chacón/ Paciente cáncer
La libre expresión hace posible defendernos
Sería muy duro para mí no poder expresarme; siempre se necesita decir lo que se piensa. Un vivo ejemplo es haber sido parte de marchas a través de las que exigimos recursos para la salud; si nos callaran nos cortarían los brazos. Expresar lo que ocurre es una forma de pelear por la falta de atención, nuestros compañeros no reciben ayuda a tiempo y a veces no hay medicina.