¿El resultado de las presidenciales de Colombia cambiará el rumbo de la relación entre Quito y Bogotá?
Dependerá del ganador. Las dos alternativas más probables hoy por hoy representan posibilidades muy diferentes sobre la evolución de las relaciones con Ecuador. Desde ese país recibo información que señala que Juan Manuel Santos no solo es mal visto por sectores afectos al Gobierno, sino incluso dentro de sectores de la oposición ecuatoriana. Eso quiere decir que habría una predisposición negativa muy grande en cuanto a una eventual presidencia de Santos, que no contribuiría al mejoramiento de las relaciones.
¿Y más allá de la figura de Santos, sus propuestas programáticas cómo influirán en la relación bilateral?
En teoría no debería dificultar un acercamiento, pues ha manifestado que él busca un acercamiento con los gobiernos de Venezuela y de Ecuador. Suponemos que dentro de la necesaria prioridad al comercio exterior va existir la necesidad de esa aproximación. De ahí a que funcione ese acercamiento es más complicado por las razones que encarna la figura de Santos.
¿Entonces Antanas Mockus abre la puerta a una nueva relación con Ecuador?
Creo que sí. Es indudable que detrás de Santos está el ataque al campamento de Raúl Reyes. Por ello, incluso si Mockus llegara con una línea dura contra las FARC y los gobiernos de Ecuador y Venezuela, al menos no tiene el antecedente de un hecho que ha molestado y ha indignado tanto al Gobierno de Ecuador. Por esa razón, en principio, las relaciones pueden ser más fluidas.
¿Los temas sensibles que Colombia ha puesto en la mesa de diálogo para normalizar plenamente la relación con Ecuador se mantendrán independientemente del presidente que llegue?
En principio se mantendrán. Sin embargo, en caso de que gane Mockus es posible que exista una flexibilización de la posición colombiana. En este momento Ecuador hace unas demandas que Colombia considera imposible cumplir, como entregar la información de inteligencia del ataque a Raúl Reyes. Por el momento no sabemos qué piensa Mockus, pero ya sabemos qué piensa Santos.
¿La eventual asunción de Santos al poder cómo influirá en el rumbo de las relaciones en temas como seguridad fronteriza, migración, entre otros?
Es posible un primer escenario en que Ecuador tendrá una actitud de relativa dureza frente a ese gobierno. Sin embargo, no se puede descartar el mejoramiento de la relación bilateral, ya que en la historia hay casos de buenas relaciones entre gobiernos contrarios. Entre otros motivos, porque exponen claramente sus posiciones y eso da un marco inicial para negociar.
¿Es posible que el nuevo gobierno replantee la agenda de Colombia con Ecuador, en virtud de conocer las posiciones y la orientación ideológica del presidente Rafael Correa?
Ambos candidatos van a tratar de mostrar alguna flexibilización en su posición con Ecuador. Las dificultades radican en que es posible que Quito no esté tan dispuesto en caso de que sea Santos el elegido.
¿Qué temas a la nueva administración de Colombia le interesará impulsar con Ecuador?
El primero las relaciones comerciales. Ambos países tienen un perfil de comercio que clama por una mejoría. Y también los temas de relaciones humanas de las poblaciones que viven en la frontera y de cooperación fronteriza en puntos como seguridad y migración.
¿No se justifica esa posición por las palabras del propio Santos, quien dijo estar orgulloso por el ataque a Angostura?
Hay que diferenciar la declaración política del candidato en plena campaña y lo que sería su posición pragmática de llegar a la jefatura del gobierno. Para que Santos sostenga su agenda política es importante manifestar que su compromiso en la lucha contra la guerrilla no va a admitir ese tipo de limitaciones. Esa es una posición bastante popular en Colombia. De hecho, el ataque al campamento de Reyes cuenta con un respaldo mayoritario en la población, que le gusta oír que el Presidente está dispuesto a perseguir a las FARC incluso más allá de las fronteras.
¿Cuál sería la posición pragmática?
La que tiene el presidente Uribe. Es decir, si bien un hecho como ese pudo haberle traído resultados muy positivos, no se puede repetir. Las consecuencias de haberlo hecho solo una vez fueron enormes a escala internacional. Y las consecuencias de quizá hacerlo una segunda vez serían catastróficas.
¿Qué se puede esperar de Mockus frente a un escenario similar al del campamento de Reyes?
No hay una propuesta de relaciones internacionales estructurada, pero él manifestó que -como cuestión de principios- considera inaceptable atacar a otro país, así se busque un objetivo legítimo. Esa posición puede tranquilizar a los vecinos.
¿POR QUÉ ESTÁ AQUÍ?
Su trayectoria. Investigador del Instituto Libertad y Progreso de Colombia. Miembro de la Fundación Desarrollo a través de la Libertad.
Su punto de vista. Cree que un triunfo de Santos puede complicar la relación con Ecuador y que con Mockus la relación puede ser más fluida.