La intención del Gobierno de registrar a su nombre el signo 30-S y la frase “prohibido olvidar” encontró ayer su primer obstáculo.
Eduardo Arcos, el bloguero que sugirió usar en Twitter esa abreviación para comentar la asonada del 30 de septiembre del 2010, envió una carta de impugnación al Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI).
A través de la herramienta Actuable, esa misiva puede recibir el apoyo de cibernautas que no están de acuerdo en que el Régimen patente el signo 30-S.
La carta está dirigida a Andrés Icaza, titular del IEPI, a quien exhorta a que frene el proceso que permitiría a la Presidencia el uso exclusivo del 30-S “en publicidad, gestión de negocios, comerciales y trabajos de oficina”.
En su parte medular, la impugnación recuerda que ni la Presidencia de la República ni la Secretaría de la Administración Pública o sus empleados fueron los creadores de este símbolo.
“Es un término público, el cual ha sido utilizado por los ciudadanos -desde la fecha del hecho por el cual fue creado- sin restricción alguna, convirtiéndose en un genérico para referirse a un fecha”.
La carta agrega que su inscripción ante el IEPI significaría una restricción de su uso para refe-rirse a un hecho cuyo proceso sigue en construcción.
“Por lo que nuevas piezas literarias, gráficas o videográficas, entre otras, que aporten información no podrían usar de manera libre el nombre genérico”, concluye la carta de Arcos.
Como sustento de su solicitud, el bloguero adjuntó la lectura de un artículo de su blog, así como la captura de su ‘trino’ en que el 30 de septiembre planteó el uso del 30-S como etiqueta en Twitter.
Tres días después de la asonada, los medios también empezaron a usar el signo 30-S. Su objetivo fue abreviar la fecha del hecho, que terminaría con juicios penales contra varios policías que participaron en la asonada. Incluso la querella del Presidente contra el periodista Emilio Palacio se dio por un artículo sobre el 30-S.
De acuerdo con los tiempos de la legislación de propiedad intelectual, mañana vencerá el plazo para que se presenten objecio-nes a este proceso de registro.
José Manuel Martínez, director de Marcas del IEPI, explicó que después del jueves se procederá a examinar las impugnaciones que se presentasen al trámite.
El funcionario dijo que el análisis se enfocará en determinar el sustento para que el IEPI no acepte los registros de la marca, que fue solicitada por Vinicio Alvarado, secretario nacional de la Administración Pública.
El organismo no tiene plazo para pronunciarse sobre el pedido del Gobierno para registrar al 30-S y “prohibido olvidar”, agregó el Director de Marcas.
¿Qué conseguirá el Gobierno inscribiendo estas marcas?
El Gobierno hasta el momento no ha explicado cuál es el objetivo de este registro. Fernando Alvarado, vocero de Carondelet, no se ha pronunciado. Uno de sus asesores señaló anoche que es la Secretaría de la Administración la encargada del tema.
Para el analista Juan Carlos Donoso, todo indica que el objetivo del Gobierno es adueñarse del debate alrededor del 30-S, para que predonime su versión.
Desde esa fecha, el presidente Correa y sus colaboradores han insistido en que la sublevación policial fue un intento por sacarlo del sillón presidencial.
No obstante, Donoso también apunta que en un año electoral como el 2012, la patente evitará que eventualmente nazca algún movimiento con los nombres 30-S o Prohibido olvidar.
Del mismo modo opina la asambleísta de oposición Cynthia Viteri, quien cree que cuando un crítico quiera usar la abreviación para hablar de un tema tan doloroso, “será demandado por apropiarse de una marca”.
Desde el punto de vista jurídico, el catedrático universitario Íñigo Salvador explica que el registro de una marca -como en este caso- acarrea el derecho de exclusión. Así, si una persona o institución desean usar ‘30-S’ y ‘30S’ deberán pedir autorización del Ejecutivo.
Sin embargo, en el caso de la frase “prohibido olvidar”, Salvador realiza una observación: se trata de palabras genéricas del castellano y en estricto sentido no deberían registrarse en el IEPI.
En ese punto, en Twitter, políticos, analistas y ciudadanos usaron la ironía para recordar que la frase coincide con el título de una canción del panameño Rubén Blades, escrita en 1991. Por lo tanto, cuestionaron que el Gobierno quiera registrar una frase que tampoco es de su autoría.
Vinicio Alvarado inició los trámite de inscripción de los símbolos y las frases en el IEPI desde septiembre pasado. Sin embargo, solo el lunes por la tarde el tema quedó al descubierto, cuando un tuitero ‘trinó’ alertando del tema.
‘Prohibido Olvidar’
por Rubén Blades (1991)
Prohibieron ir a la escuela e ir a la
universidad.
Prohibieron las garantías y el fin
constitucional.
Prohibieron todas las ciencias,
excepto la militar.
Prohibiendo el derecho a queja,
prohibieron el preguntar.
Hoy te sugiero, mi hermano, pa’ que no vuelva a pasar,
¡Prohibido olvidar!
Prohibido esperar respuestas.
Prohibida la voluntad.
Prohibidas las discusiones.
Prohibida la realidad.
Prohibida la libre prensa y
prohibido el opinar.
Prohibieron la inteligencia con
un decreto especial.
Si tú no usas la cabeza, otro por
ti la va a usar.
¡Prohibido olvidar!
Prohibido el derecho a huelga
y el aumento salarial.
Prohibieron ir a la calle y al Estado criticar.
Prohibieron reírse del chiste de
su triste gobernar.
Prohibieron el desarrollo del
futuro nacional.
Yo creo que la única forma de
darle a esto un final es:
¡Prohibido olvidar!
Prohibieron los comentarios
sin “visto bueno” oficial,
Prohibieron el rebelarse
contra la mediocridad.
Prohibieron las elecciones y
la esperanza popular.
Y prohibieron la conciencia,
al prohibirnos el pensar.
Si tú crees en tu bandera y crees
en la libertad:
¡Prohibido olvidar!
Pobre del país donde lo malo controla, donde el civil se enamora de la corrupción.
Pobre del país alienado por la droga, porque una mente que afloja, pierde la razón.
Pobre del país que, con la violencia crea que puede matar la idea de su liberación.
Pobre del país que ve la justicia hecha añicos por la voluntad del rico o
por orden militar.
Cada nación depende del corazón de su gente.
Y a un país que no se vende, nadie lo podrá comprar!…