Las relaciones diplomáticas entre Ecuador y Colombia están cerca de normalizarse de forma plena.
La entrega de los ordenadores de Raúl Reyes al presidente Rafael Correa se constituyó en un paso fundamental para el proceso de diálogo bilateral.
Así lo señalaron al mediodía de ayer, la ministra de RR.EE. colombiana María Ángela Holguín y su par ecuatoriano Ricardo Patiño. Ambos mantuvieron su primer encuentro oficial en el Palacio de San Carlos, sede de la diplomacia colombiana.
A diferencia del ex presidente Álvaro Uribe, quien sistemáticamente se ha negado a entregar esos computadores, Juan Manuel Santos no dudó en hacerlo tras su primer encuentro con Correa.
Esa decisión del nuevo gobernante colombiano fue calificada por Patiño como un “gesto de inmenso valor” dentro del proceso de diálogo. Entre otras razones, porque Ecuador sostiene que esos discos duros estaban en territorio nacional y, por lo tanto, no debieron ser sustraídos por el Ejército colombiano, luego del bombardeo a Angostura, el 1 de marzo del 2008.
El ministro de Defensa ecuatoriano, Javier Ponce, aseguró que todo este material será sometido a un minucioso proceso de análisis: “Serán detenidamente estudiados para saber qué contienen, porque se hizo demasiado daño con eso”, desprestigiando al país en el aspecto internacional.
Durante la primera etapa de la crisis diplomática entre Quito y Bogotá, los correos electrónicos hallados en esos discos duros, que fueron revisados por la Interpol, sirvieron al gobierno de Uribe para acusar a funcionarios de Carondelet de mantener supuestos nexos con las FARC.
Pese a la importancia que tiene para el Gobierno de Ecuador la entrega de toda esta información, ni el presidente Correa ni su Canciller dijeron si harán público el informe que resulte del examen de esos equipos. El Gobierno siempre le ha restado validez al contenido de esos ordenadores. Su principal argumento es que la Fuerza Pública colombiana rompió la cadena de custodia cuando fueron recogidos tras el ataque al campamento clandestino de Reyes, el número dos de la guerrilla.
“La entrega (de los computadores de Reyes) es muy significativa e importante para nosotros”, declaró Patiño, después de la reunión de 45 minutos que sostuvo con su par Holguín.
En ese encuentro privado, ambos cancilleres continuaron con el análisis de los temas sensibles que aún deben ser resueltos antes de dar paso a la designación de embajadores titulares, así como de otros asuntos de cooperación e interés mutuo.
El siguiente paso lo dará nuevamente el gobierno de Santos. Se trata de la entrega de toda la información militar alrededor del bombardeo de marzo del 2008.
El compromiso colombiano es entregar hasta el viernes esos datos, aunque Patiño y Holguín evitaron profundizar en el tema.
Según explicó el Presidente ecuatoriano después de su entrevista con Santos, la noche del sábado, esa información servirá para determinar y aclarar cómo se produjo el ataque. Recordó que en el Ecuador hay muchas “especulaciones” sobre la supuesta participación de un tercer país en ese operativo. Correa evitó mencionar a EE.UU. y al convenio de la Base de Manta, pero recordó que por entonces todavía en el Ecuador funcionaba una instalación militar extranjera.
A la luz del acercamiento presidencial, la entrega de los ordenadores y el análisis de temas de desarrollo fronterizo, la canciller Holguín expresó su convencimiento de que el proceso de normalización está cerca.
“Vamos a trabajar con todo el compromiso del Gobierno de Colombia para normalizar las relaciones de forma acelerada”.
A pesar de este buen ambiente entre ambos gobiernos, ninguno de los dos regímenes se atreve a fijar fechas para la designación de embajadores titulares.
En su declaración de prensa de ayer, en la que no se permitieron preguntas de los medios que asistieron, Holguín y Patiño anunciaron que en las próximas semanas tendrán un encuentro en la frontera común, para impulsar proyectos de desarrollo común.
Una de las primeras reuniones fue con el ministro de Estado del Reino Unido, Jeremy Browne, con quien conversó sobre temas de cooperación económica. También se reunió con funcionarios de los gobiernos de Francia, Japón y Estados Unidos.