Alrededor de la Llama Eterna por los Derechos Humanos se desarrolló ayer la Primera Cumbre de Vicepresidentes, América sin Barreras. Con inusual puntualidad, 08:30, llegaron los siete vicepresidentes, incluido el de Ecuador, a la Capilla del Hombre, en el norte de Quito, sede de la cita.
El escenario combinó los murales sobre la Odisea del Hombre Latinoamericano, de Oswaldo Guayasamín, con flores, podios, pantallas, micrófonos y mesas. Al ingreso de las autoridades, los sonoros aplausos de los asistentes fueron para Lenín Moreno, vicepresidente de Ecuador y mentalizador de la Misión Manuela Espejo y de la Cumbre.
Augusto Barrera, alcalde de Quito, declaró huéspedes ilustres a Julio César Cleto (Argentina), Luis Alejandro Giempietri (Perú), Salvador Sánchez (El Salvador), Rafael Espada (Guatemala), José Elías Jaua (Venezuela) y Angelino Garzón (Colombia). Este último fue el que más interés captó, por el reciente restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Ecuador, incluso fue el primero en intervenir. El discurso político se mezcló con el tema de la discapacidad.
Garzón enfatizó que el propósito del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, es consolidar la unidad y la convivencia pacífica con sus vecinos y todos los países de la región. Además reconoció la disposición de Ecuador y Venezuela para superar las dificultades. Agradeció la solidaridad con su país, que enfrenta un invierno, calificado como el más duro en los últimos 60 años. El saldo es 300 muertos, 260 heridos y 1 200 000 damnificados.
Un punto, en el discurso de Moreno, se centró en la democracia. “Es la única condición necesaria para hacer una revolución”. Recordó que los jefes de Estado firmaron un primer acuerdo para condenar cualquier intento de subvertir el orden constitucional.
El presidente Rafael Correa enfatizó los resultados de la Misión Manuela Espejo, que identificó 294 166 casos de personas con discapacidad. Con videos se mostraron las precarias condiciones en las que se encontró a algunas personas, como una anciana de Cotopaxi, que no camina y padece ceguera y vivía en una jaula.
En 25 minutos, Correa también inauguró la Cumbre y se retiró.
Tras un breve receso, los discursos continuaron. El argentino Cleto planteó adherirse a la integración regional y que las personas con discapacidad participen activamente en el planeamiento de las políticas públicas.
Bajo este principio, al final suscribieron la Declaración de Quito. Contiene 7 artículos: inclusión plena de las personas con discapacidad; políticas nacionales para la inclusión, atención, prevención y rehabilitación; redes de cooperación sur-sur para emprender iniciativas conjuntas; fortalecer la cooperación internacional en aspectos técnicos y apoyo de tecnología a personas con discapacidad; construcción de una América sin Barreras con atención, prevención y rehabilitación integral.
En la tarde las autoridades disfrutaron de un recorrido por la capital. Hoy regresan a sus países.