Los vecinos de la calle Carchi, en el Suburbio de Guayaquil, se sorprendieron la mañana de ayer por el ruido de una ráfaga de disparos.
Eran aproximadamente las 10:05 y muchos negocios del sector ya estaban abiertos. La serie de detonaciones provenía del interior de un taller mecánico, instalado en el estacionamiento de una de las viviendas. Las puertas del taller permanecían abiertas y los operarios trabajaban dentro.
A esa hora, dos desconocidos llegaron en una moto al local, ingresaron y, sin bajarse, dispararon en al menos cinco veces contra uno de los clientes del taller.
Es la versión que daban tras el crimen los obreros de la mecánica y los vecinos del barrio. Un cúmulo de curiosos rodeó la vivienda para saber lo ocurrido.
“El señor era un cliente frecuente. Estaba de pie, esperando que le bajemos la máquina a su carro cuando llegaron los tipos en la moto y le dispararon”, relató uno de los operarios del taller. Los desconocidos huyeron en la misma motocicleta.
Los agentes de Criminalística llegaron a las 10:45 con un carro de Medicina Legal, acordaron el sitio y cerraron el paso por la vía. Dentro de la vivienda una mujer, familiar de la víctima, lloraba desconsolada.
El fiscal Wilson Castillo, quien realizó el levantamiento del cadáver poco después, dijo que la víctima, Luis Alberto V., de 27 años, recibió alrededor de cinco disparos en diferentes partes del cuerpo. El propietario de la mecánica prefirió no referirse al hecho.
Hasta la tarde de ayer la Policía Judicial no daba con el paradero de la motocicleta ni de los sospechosos del crimen.
Este hecho es el décimo que la Policía atribuye al sicariato en lo que va de este año. Según la Fiscalía del Guayas, entre enero y el pasado miércoles se presentaron 48 denuncias por asesinatos en diferentes sectores de Guayaquil.
Seis de los 10 crímenes atribuidos al sicariato se registraron esta semana que termina. De estos, cinco se reportaron el lunes, todos en el sur de la urbe.
A las 20:15 de ese día aparecieron tres personas acribilladas en el interior de un vehículo Chevrolet blanco. Los cuerpos de Édison Ch., de 28 años y de los extranjeros Alexander B. de 25 años y Juan C., de 23, presentaban varios disparos. El automóvil estaba aún encendido cuando la Policía llegó al sitio. El vehículo mostraba 15 agujeros de balas.
Wilson Pavón, jefe del distrito policial de Los Esteros dijo que, según versiones de moradores del sector , cuatro motorizados seguían a los ocupantes del vehículo , los alcanzaron y dispararon.
Pavón mencionó que provisionalmente se descartaba el robo como causa del triple asesinato. Esto, según el oficial, porque dentro del vehículo se hallaron documentos y USD 970 en los bolsillos de las víctimas.
La Fiscalía indaga si hay alguna vinculación del propietario del vehículo con las muertes. El carro le pertenece a un sargento segundo del Ejército. Este, según las indagaciones, habría reportado el vehículo como robado, pero una hora después de las muertes.
Ese mismo día, pero por la tarde, se produjeron otros dos crímenes, bajo la misma modalidad de asesinato, en un sector también del sur de la ciudad.
En la cooperativa de vivienda Guayas y Quil, del sector El Guasmo, fueron asesinados Tyron C., de 22 años, y Víctor P., de 21.
Las víctimas comían en el portal de una vivienda cuando desconocidos llegaron en un vehículo Renault y dispararon desde el interior. Esa versión, que recogió la Policía entre los moradores, se confirmó luego con el hallazgo del vehículo, abandonado en un sector cercano al crimen.
Juan Montenegro, jefe de Medicina Legal de la Policía del Guayas, advierte de un incremento de las muertes en la ciudad atribuidas al sicariato. El galeno dice que a la morgue llegan cuerpos con impactos precisos en cabeza y órganos vitales que, considera, parecieran ser realizados por gente conocedora en manejo de armas.
Según la Fiscalía, en el 2010 se reportaron 499 denuncias por asesinatos en Guayaquil. El año pasado la cifra se redujo a 311.
En Guayas, los homicidios sumaron 50 en enero pasado.