A dos días de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) cierre la etapa oficial de inscripción de las candidaturas (15 de noviembre), Guillermo Lasso tuvo un nuevo sobresalto. Este obliga al movimiento Creo a seleccionar bajo presión a otro compañero de fórmula para que acompañe al ex Presidente del Banco de Guayaquil.
Esta decisión se debió tomar luego de que el líder indígena Auki Tituaña declinara su candidatura a la Vicepresidencia, ayer por la tarde. Por ello, la asamblea nacional de Creo mantuvo una reunión privada hasta la noche de ayer para definir el nombre del reemplazo de Tituaña y así continuar en la carrera. Extraoficialmente se conoció que entre los nombres que se propusieron para compañero de formula están: Esteban Paz, de Liga de Quito; Andrés Páez de la Izquierda Democrática y el medallista olímpico Jefferson Pérez.
El cambio de compañero a última hora es otro de los inconvenientes que ha tenido la candidatura de Lasso. El primer sobresalto en su aspiración presidencial se dio luego de que ofreciera incrementar el Bono de Desarrollo Humano a USD 50. Su propuesta causó la arremetida desde del Gobierno, que envió un proyecto urgente para que sean las utilidades del sector bancario las que permitan el aumento del bono.
Que a estas alturas Lasso se quede sin candidato a la Vicepresidencia es ¿un mal presagio para la lista 21? El problema radica en el cumplimiento a una normativa. Tituaña debía haber renunciado a Pachakutik con, al menos, 90 días de anticipación antes de la inscripción de su candidatura.
El analista Jorge León sostiene que Tituaña hizo mal los cálculos, pero que al final tomó la mejor decisión. Esto debido a que el CNE, al momento de inscripción de las candidaturas, podía no aceptar la candidatura de Tituaña y por lo tanto tampoco aceptar la candidatura de Lasso.
No obstante, León reconoce que la ausencia de Tituaña sí va a significar una baja importante para Creo, pues “mejoraba la imagen de Lasso que lo hacía ver menos oligárquico”.
Además considera que el nuevo candidato debe cumplir un requisito clave: ser de la Sierra, dado que el país vive un “sistema político regionalizado”, requisito que cumplen Páez, Paz y Pérez.