Las organizaciones que deseen tener vida jurídica como partidos políticos deben cumplir con más requisitos que aquellos que decidan inscribirse como movimiento. Los primeros deben presentar fichas de afiliación, que incluyen una foto del ciudadano, su nombre, número de cédula y firma de apoyo a los estatutos.
Mientras los movimientos solo tienen que incluir las firmas de respaldo, sin necesidad de fichas. No obstante, en los dos casos se debe cumplir con el 1,5% de rúbricas en relación al último padrón electoral, es decir el respaldo de 165 000 simpatizantes. Pese a esta diferencia, para participar en las elecciones, los derechos ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) son los mismos.
En este escenario, las personas que decidan apoyar a las organizaciones políticas deben conocer el grado de involucramiento y responsabilidad que implica brindar su respaldo. En el caso de los partidos, por ejemplo, los ciudadanos que los apoyan se convierten en afiliados y tienen derecho a participar en la vida interna de la organización. Es decir, podrán concursar en las elecciones primarias, presentar reclamos frente a las decisiones adoptadas o aspirar a ser candidatos a las dignidades de elección popular.
En el caso de los movimientos, el presidente del CNE, Omar Simon, explicó que existen dos tipos de adherentes: los permanentes y los simples. Ahí, solamente los primeros tienen derechos ante la organización.
Hasta el momento 13 partidos políticos y 76 movimientos (20 nacionales, 45 provinciales, 4 cantonales y 7 parroquiales) han confirmado el inicio de sus procesos de reinscripción de manera formal. De estos han presentado las firmas dos movimientos (Alianza País y Ruptura de los 25) y tres partidos políticos (PRE, MPD y Sociedad Patriótica).
El analista político Santiago Basabe dijo que la diferencia entre apoyar a un partido o movimiento radica en el grado de compromiso. Para él, los ciudadanos que respaldan a un movimiento dan un ‘apoyo moral’, que no necesariamente implica un real compromiso. Sostiene que ese es uno de los motivos para que la formación de movimientos haya tomado fuerza. “Los movimientos tienen toda la ventaja de los partidos, pero sin ninguno de los deberes”.
Esto en referencia a la necesidad de tener una estructura nacional, vida permanente y procesos de democracia interna.
Miembros de partidos políticos como Andrés Páez (Izquierda Democrática), Pascual del Cioppo (Social Cristiano) y Gilmar Gutiérrez (PSP) reconocen que sus organizaciones tienen más obligaciones y que en el escenario actual obtener el respaldo ciudadano no es fácil. Sin embargo, se sienten presionados para reinscribirse como partidos para mantener el casillero político con el número que los identifica.
Históricamente, a partir de 1997 existe la posibilidad de constituir un movimiento para participar en las elecciones. En este marco el analista Juan Carlos Donoso habla de un desprestigio de los partidos políticos por un discurso antipartidista. “Partido político es casi una mala palabra. El movimiento tiene una connotación más ciudadana”, dijo.