Como una relación de pareja, pero clandestina, que avergüenza y que ambas partes niegan. Así se ha manejado el pacto entre Alianza País y el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE), que, en este período legislativo, se renovó.
De este modo, el PRE consiguió dos vicepresidencias de 13 comisiones legislativas: una para Saruka Rodríguez, en Desarrollo Económico, mesa que ya presidió. Y otra para Dalo Bucaram, en Salud, quien además mantiene su silla en Fiscalización.
En el período anterior, Gabriela Pazmiño, esposa de Bucaram -aunque sin cargo directivo- ya ocupó un lugar en Salud. Sus compañeros recuerdan que usualmente enviaba a suplentes. Ha asistido a 11 de 152 sesiones del Pleno. Hoy integra Participación Ciudadana y la semana pasada tampoco asistió a la elección de la directiva de la misma.
En febrero, Alexis Mera, secretario jurídico de la Presidencia, señaló que ella pudiera estar cayendo en un acto de peculado, al cobrar sin asistir el sueldo de asambleísta y trabajar para TC Televisión, canal incautado por el Estado. Esto como respuesta a un pedido de juicio propuesto por Bucaram, que no fue calificado.
Antes y durante las elecciones de presidente y vicepresidentes del Legislativo, ‘Dalo’, ex vicepresidente de la mesa de Deporte, mantuvo su discurso de que “hay que ponerle fin a la Corchocracia”. Según él, es la nueva partidocracia, comandada por el reelegido Fernando ‘Corcho’ Cordero.
El roce entre ellos se remonta a julio del 2010. La oposición no logró que el Pleno dejara sin efecto el denominado ‘Panchanazo’ a la ley de medios. Y Bucaram le gritó a Cordero que manejaba los debates como le daba la gana…
El ‘Corcho’ replicó criticándole por ‘subirse a la camioneta’ de quienes derrocaron a su padre, el ex presidente Abdalá Bucaram.
Pese a enfrentamientos de este tipo, otra vez, Dalo Bucaram fue colocado por Cordero en la Comisión de Fiscalización. Esta es apetecida incluso por los oficialistas que quieren visibilizarse.
Para Cynthia Viteri (M. de Guerrero), una cosa es el griterío que sale en la TV y otra, la práctica, donde se acuerda por debajo sin mucho ruido. Comenta que no ha visto una cadena o un espacio político en contra del PRE.
“Integrar Fiscalización es un premio”, dice y recuerda que en el 2009 su nombre salió en el cuadro de los integrantes de esa mesa. Pero la sacaron por Scheznarda Fernández (ex PSC).
¿Por qué Cordero colocó al PRE, otra vez en Fiscalización? La respuesta pudiera estar en sus votos a favor del archivo de los juicios.
A Pamela Falconí (A. País) le parece ‘de repley’, que sea Vicepresidente de Salud porque él propuso el juicio político al ministro del ramo, David Chiriboga. Con ese pedido de enjuiciamiento y con intervenciones públicas se desmarcó del oficialismo, en el discurso.
Pero, en el fallido juicio al fiscal Washington Pesántez, por ejemplo, apoyó el archivo. En la más reciente solicitud en contra de la Ministra de Inclusión Económica y Social hizo que su suplente, Denny Cevallos, asistiera a la comisión. Pero solo mandó la autorización para que lo reemplazara en el Pleno, así ayudó al oficialismo.
Uno de los coordinadores de ese bloque, Virgilio Hernández, asegura que el PRE es ambiguo: presiona y trata de obtener ventaja a través del chantaje.
Varios legisladores de oposición, que pidieron la reserva para evitar una división, confirmaron que los roldosistas juegan a dos bandos. No apoyaron al oficialismo en la aprobación de Ley de Universidades y tampoco asistieron a la votación del Código de Planificación y Finanzas.
“El PRE es para el sistema político como un cáncer. En muchos períodos de la historia lo ha mostrado. Un cáncer que siempre es nefasto y perjudicial, pero con el que uno aprende a vivir”, opinó Hernández, uno de los oficialistas opuestos a sostener el pacto.