La Marcha por la Vida arribó hoy a Ambato a las 11:40 de, tras salir de Riobamba temprano. En la capital de Tungurahua, los dirigentes descansarán y participarán en la asamblea de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie). El lunes se realizará una movilización en Ambato y en la tarde continuarán hacia Yambo (Cotopaxi).
Manuel Ainaguano, presidente del Movimiento Indígena de Tungurahua (MIT), se echó sobre la espalda una pesada responsabilidad. Hoy, desde las 07:00, se encargó de dejar a punto los preparativos para recibir a los manifestantes y la organización de la reunión de la Conaie en el centro de la ciudad.
A las 09:00, él y otros dirigentes se apostaron en el redondel de Huachi Chico para aguardar a la caravana motorizada de unos 20 vehículos que transportaban a los marchantes.
Un centenar de ellos salió ayer de madrugada desde Riobamba y en el trayecto participó en tres ceremonias ancestrales: la primera en los páramos de Urbina en el límite entre Chimborazo y Tungurahua y dos más en Mocha y en la parroquia Huachi Chico al sur ambateño.
En el cantón Mocha, alrededor de las 11:00, los caminantes se detuvieron para participar en un discurso y en la segunda ceremonia indígena.
En menos de 10 minutos, las mujeres dirigentes de la Conaie colocaron pétalos de flores blancas y rojas sobre el pavimento para formar un churo y un sendero en un extremo. Luego, los cabecillas de la movilización, entre ellos Delfín Tenesaca, Humberto Cholango, Salvador Quishpe y otros, ingresaron en este altar que simbolizaba el movimiento de la vida.
“En esta asamblea evaluaremos las acciones de la movilización. También decidiremos cuidadosamente nuestros siguientes movimientos en Cotopaxi y Pichincha. Esta acción, insistimos, no busca la desestabilización del Gobierno”, aseguró Delfín Tenesaca, presidente de la Confederación Kichwa del Ecuador (Ecuarunari).
Mañana, los dirigentes, además de continuar en la asamblea, visitarán varias comunidades indígenas de Quisapincha, Chibuleo y Salasaca. Humberto Cholango, presidente de la Conaie, denunció que tuvieron problemas para encontrar alojamiento. “Habíamos decidido dormir en Mocha, pero nadie nos apoyó. Por eso escogimos Quisapincha. Las contramarchas del Gobierno y el recorrido de los ministros por la región, no nos afectan”.