En son de broma, el candidato a prefecto de Pichincha por el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE) dice ser el hombre de los cuatro apellidos. Está inscrito como León Robalino Guzhñay Quito, lo cual genera cierta confusión cuando da su nombre completo.
Esta es la primera vez en la que él participa en política. Hasta hace 6 años Guzhñay era militar de tropa. “Entonces solo hacía análisis político”, recuerda con una sonrisa. Él fue el segundo candidato a la Prefectura que visitó ayer EL COMERCIO para dar a conocer sus planteamientos.
Poco antes de su retiro militar, este hombre de casi 52 años, quien se considera el único “candidato del pueblo“, terminaba sus estudios de abogacía. Y al ver que estos estaban a punto de culminar se animó, de una vez por todas, a dar el salto final hacia la vida civil.
Este azuayo de nacimiento representa al otrora poderoso PRE, para la Prefectura de Pichincha. No conoce al expresidente Abdalá Bucaram, apenas si lo ha saludado. Sin embargo, defiende los proyectos que tenía en mente durante el corto tiempo que duró su gestión.
Su cercanía con el PRE surgió por entusiasmo de sus hijos, quienes se acercaron a ese partido, seducidos por el mensaje que en el 2009 dio Dalo Bucaram, hijo del expresidente, con la idea de la ‘Nueva Era’.
Para Guzhñay esta elección no solo será importante porque se trata de la primera, sino porque su sueño es llegar a la Presidencia de la República. Y en este propósito, la Prefectura de Pichincha será su primer escaño al que asegura le dedicará todas sus fuerzas. Aquí, algunas de sus propuestas.
Un trabajo coordinado con el Gobierno central
El candidato dice que en la parte administrativa, “debemos despojarnos de las banderas políticas”. “Pichincha me ha dado todo, aunque nací en Azuay”. Por lo tanto dice que su interés es trabajar de la mejor manera. “Pertenezco a una familia de bajos recursos y hemos buscado cómo sobresalir. Pichincha me ha dado muchas satisfacciones y si tengo la oportunidad de trabajar por la provincia espero hacerlo de la mejor manera.
Como líder de la provincia, en caso de ganar las elecciones, Guzhñay dijo que se reunirá con todos los alcaldes para priorizar las obras pendientes, “que han estado abandonadas en distintos cantones”.
La electricidad, un desafío
Su prioridad será emprender un análisis profundo del sector. “Tenemos problemas con la sequía y de esa forma ver si los proyectos en marcha terminarán como elefantes blancos”. Más allá de avanzar en un plan de trabajo austero en la Prefectura, en términos económicos, dijo que continuará las obras que están pendientes, pues tampoco se trata de dejar a un lado lo que se ha avanzado.
Un túnel en la vía Calacalí-La Independencia
“Cuando voy a Santo Domingo y me regreso por Los Bancos, dice que es notoria la mala situación vial”. La vía Calacalí-La Independencia solo tiene dos carriles y “debemos ir proyectándonos antes de que nos sorprenda”. Su oferta es hacer un túnel en esa vía, para reducir el riesgo de los deslizamientos.
Además, advierte una subutilización de la maquinaria y no se ha hecho un mantenimiento preventivo.
El turismo en la región
Otro de los puntos sobre los cuales enfocar el papel de la Prefectura es el turismo. Para tal efecto, reconoce que pudiera ser importante una real integración con las provincias amazónicas para aprovechar el potencial turístico que estas tienen. Desde ese proyecto la tarea debe ser ardua, empezando por una mayor recuperación vial, dedicando un especial mantenimiento a las vías existentes. La misión también debe ser política, por eso cree que Pichincha puede tener un liderazgo con las provincias amazónicas para mejorar estos planes conjuntos.
León Robalino Guzhñay nació en 1962 en Azuay pero, ha vivido en Pichincha. Es militar de tropa en servicio pasivo. Dejó el Ejército hace 6 años, con el rango de sargento. Estudió leyes y es abogado en libre ejercicio. Se vinculó al PRE por pedido de sus hijos.
Hoy nos acompaña Gustavo Baroja (A. País). Síganos por web y por radio.
Cada espacio que vamos perdiendo los pichinchanos me preocupa. No debimos permitir que nos quitaran Sto. Domingo.