Hasta ayer, los asambleístas no cobraban su sueldo de abril. Para la oposición, la postura del titular de la Cartera de Finanzas, Patricio Rivera, es un capítulo más en la intromisión de funciones del Ejecutivo en el Legislativo.
El Ministro no acepta que un legislador, elegido por voto popular, reciba el mismo sueldo que un ministro, sino que gane menos.
Sin embargo, el titular de la Legislatura, Fernando Cordero, descartó otra vez que exista una pugna de poderes, como ya lo hizo luego de la carta en la que Correa rechazara los exhortos que le envían los legisladores. Lo que él ve, en todo caso, es una posible “intromisión en la autonomía administrativa y financiera de la Asamblea”, por el desacuerdo administrativo en este tema de homologación salarial, que podría llegar a la Corte Constitucional.
En síntesis, el Ministerio de Finanzas rechazó los ajustes salariales que hizo el Consejo de Administración Legislativa (CAL), a propósito de las escalas fijadas el 27 de enero y el 28 de febrero, por el Ministerio de Relaciones Laborales. Cordero, el 2 de mayo, explicó a Rivera que la Ley Orgánica de Servicio Público coloca a Relaciones Laborales como organismo rector en materia de remuneraciones y que luego se publicó una Ley interpretativa que establece que el CAL se encargará de fijar las remuneraciones en la Asamblea, sin sobrepasar techos fijados por el Ministerio rector.
Dos legisladores de Alianza País, que pidieron la reserva, y Francisco Ulloa (MPD), miembro del CAL, dijeron que en abril pasaron de recibir USD 5 800 a USD 6 122. El mes anterior les depositaron, incluso, el retroactivo de dos meses. Pero Finanzas, el 30 de abril, decidió no depositarles el siguiente sueldo. Y anunció a los legisladores que tendrían que devolver los excedentes.
Para Andrés Roche (Madera de Guerrero) es evidente que el Presidente de la República pretende ofender a Cordero y al Parlamento al no respetar su autonomía. Cuestiona que un “ministro puesto a dedo” determine cuánto debe ganar un dignatario popular.
Varios legisladores están molestos por la situación de la Asamblea. Diana Atamaint (Pachakutik) asegura que se trata de una provocación del Ejecutivo para que los legisladores protesten en los medios y así desgasten su imagen, pues la ciudadanía suele criticar los montos que perciben. Más aún, cuando en la polémica carta del 9 de abril Correa señaló que los asambleístas debieran “trabajar más y viajar menos”.
Pese a esta polémica, ella descarta un resquebrajamiento en las relaciones entre Cordero y el Presidente. Nívea Vélez insiste en que “Cordero ha hecho varias artimañas para darle gusto al Ejecutivo y en momentos polémicos, solo ha tenido reacciones tibias”.
Estos cortocircuitos obedecen también a la época electoral. Vélez dice que hay versiones de que del medio centenar de legisladores de Alianza País, solo 12 serán autorizados para la reelección.
Entre ellos estaría Juan Carlos Cassinelli, vicepresidente de la Asamblea, quien el 3 se encontró con Correa en la entrega de nombramientos docentes del Ministerio de Educación. El legislador dijo que asistía a título personal y no como delegado de Cordero.
Desde la polémica carta de Correa, el 9 de abril, Cordero ha mantenido ciertas distancias.
Ambos se habrían encontrado el 30 de abril en el buró de A. País. Y asistieron a la inauguración del edificio del 911 en Cuenca. Pero el reporte gráfico de la Presidencia de la República da cuenta que los dos no estuvieron juntos. Cordero, ayer, no estuvo en el salón del ex Senado para recibir al vicepresidente Lenín Moreno, en la clausura de la I Convención Mundial de Jóvenes con Cáncer.
Cordero insiste en que esto no es una pugna sino “una intromisión inadecuada en la autonomía administrativa de la Asamblea”, por el tema de los sueldos.