El pedido de la Junta de Beneficencia de Guayaquil (JBG) al Ejecutivo es más un clamor que una exigencia. Confía en que el presidente Rafael Correa vetará el artículo 172 del Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomías y Descentralización (Cootad), aprobado en la Asamblea el pasado 11 de agosto.
El director de la JBG, Werner Moéller, analiza pedir una cita con el Primer Mandatario para exponerle su preocupación. El polémico artículo permite a los gobiernos autónomos descentralizados (GAD) generar recursos propios a través de rifas, sorteos y loterías.
En el país, desde hace 120 años, este negocio lo controla la Junta con sus productos de Lotería Nacional. “No es un monopolio, es un permiso excepcional porque se lo destina a un trabajo asistencial”, afirma Moéller.
La venta de loterías genera el 40 % de su presupuesto, calculado para el 2010 en USD 120 millones. “Tenemos mucho miedo de que una reducción de eso pueda causar un colapso de la Junta de Beneficencia”. Moéller teme que si los GAD diseñan sus propias loterías disminuya la venta de sus productos.
La JBG atiende con esos recursos a un promedio de 1,2 millones personas al año en sus cuatro hospitales: Luis Vernaza, Roberto Gilbert, Lorenzo Ponce y la Maternidad Enrique Sotomayor. El 50 % de los pacientes es de Guayaquil y el resto proviene de diversas ciudades del país.
El asambleísta de Madera de Guerrero, Enrique Herrería, cree que si el Presidente de la República aprueba el artículo 172 tal cual está, el Ecuador se convertirá “en una gran feria de juegos de azar”. Este bloque legislativo votó en contra de la aprobación del Cootad.
Esta no es la primera vez que la JBG pasa por un momento de incertidumbre, desde que Alianza País llegó al Gobierno. En noviembre del 2007el presidente de la Constituyente, Alberto Acosta, propuso, sin resultado, acabar con el “monopolio” de la lotería. Con la reforma tributaria se eliminaron las preasignaciones que recibía. Ese monto, USD 3 millones, se los da el Gobierno Nacional.