El ‘boom’ de las nuevas tecnologías, así como las diversas plataformas de información, han transformado la forma en la que el periodista moderno labora.
Desde hace 220 años, cuando Eugenio Espejo lanzó el periódico Primicias de la Cultura de Quito, el mundo noticioso ha experimentado un cambio de 180 grados en el país y en el mundo.
Los medios audiovisuales primero, pasando por la Internet después, y actualmente las redes sociales, han configurado un nuevo escenario para esta actividad.
Al celebrarse hoy el Día del Periodista, comunicadores y reporteros relatan el desafío de manejar estas plataformas digitales como complemento para su tarea cotidiana de informar.
El nuevo ritmo de la TV
Las nuevas tecnologías de la información han sido asumidas por la mayoría de periodistas de televisión como una herramienta clave para su trabajo.
No obstante, para algunos periodistas ingresar a este mundo tecnológico ha significado un problema, pues supone un cambio en los hábitos y en la forma en la que conciben la comunicación. Es decir, que ahora los reporteros prácticamente trabajan 24 horas al día, los siete días de la semana.
“La globalización obliga a que todos los profesionales ingresen al mundo de las nuevas tecnologías. Para los periodistas resulta una herramienta más importante para informarse e informar a sus lectores. Sin embargo, a los periodistas que están en este trabajo más tiempo les resulta más difícil de entender por qué deben dejar de lado su grabadora o su libreta como las únicas herramientas”, señala Carlos Flores, reportero de Teleamazonas.
Fabricio Vela, periodista de TC Televisión, considera que con el surgimiento de las nuevas tecnologías el estilo de vida ha cambiado. “Ahora, incluso cuando estoy en mi tiempo libre, reviso el Twitter y los portales electrónicos para saber lo que pasa. Si recibo una información confiable la tuiteo. Asimismo, cuando llego a una cobertura, lo primero que hago es tuitear la información; ya no espero hasta el noticiero del mediodía para informar. Esto ha generado una sana competencia entre los periodistas, para tratar de informar primero”.
Una de las herramientas que más utilizan los comunicadores es el Twitter, que permite difundir rápidamente los hechos en 140 caracteres. Sin embargo, el flujo constante de información obliga a los comunicadores a ser más cautos en lo que se difunden, ante el riesgo del error.
Cuando existe una crisis o cuando ocurre un desastre es cuando mayor información sin confirmar circula en las redes sociales. Un ejemplo de ello fue cuando se produjo la explosión en el polvorín del Grupo de Intervención y Rescate de la Policía a inicios de diciembre. “En las redes sociales se informó que hubo cuatro muertos y se citó como fuente al Ministerio del Interior. Pero esto fue mentira. Hubo muchos tuits al respecto y se generó un caos entre familiares y amigos de los policías”, recuerda Daniel Montalvo, reportero de Gamatv.
Por ello, Vela cree que las nuevas tecnologías de la información han supuesto un reto para la práctica periodística. “Tengo más de un año usándolas y todavía me veo limitado en su uso. Lo más difícil para mí es saber utilizar un ‘hashtag’ (etiqueta) adecuado y poder reconocer bien los perfiles de las personas que tuitean, para no cometer errores”, explica.
El crecimiento de las tecnologías demanda, a su vez, una mayor capacitación. “He visto las múltiples bondades de esto en el periodismo y ahora significa un plus para el perfil del periodista”, puntualizó Fabricio Cevallos, reportero de EcuadorTV.
A pesar de estas dificultades, las nuevas tecnologías son instrumentos relativamente nuevos para el periodismo ecuatoriano, pero que han sido asumidos como un reto para los reporteros de TV. “El periodista tiene mayores herramientas para informar y comunicar a la sociedad. Esto nos permite estar a la vanguardia de los hechos”, puntualiza Pamela Romero, periodista de Ecuavisa.
Las nuevas miradas del periodismo escrito
¿La inmediatez con la que las noticias viajan por las redes sociales y por los portales digitales son un problema o un complemento para el periodismo escrito?
Esa pregunta conduce a un debate que se ha instalado en la salas de redacción, sin que sus periodistas todavía hayan encontrado todas las respuestas.
José Hernández, subdirector de Expreso, cree que ese vértigo informativo debe ser un soporte para el periodismo escrito, que está en la necesidad de reinventarse. Para él es un error que los periodistas sigan pensando que el cambio está en las herramientas y no en los conceptos, o en la mirada sobre la sociedad.
“Hay déficit de filosofía editorial. (La tarea) es reinventar un oficio que hoy más que nunca requiere talento para escribir, creatividad y sobre todo un conocimiento fino y respetuoso de las necesidades de nuestras comunidades”, dice Hernández, quien ha estado al frente de redacciones como Vanguardia y EL COMERCIO. “Sin esa reflexión, no habrá nuevos enfoques. Y sin enfoques nuevos repetiremos, muchas horas después, lo que la gente ya sabe. Y no servir para nada es el peor castigo de este oficio”.
Wilson Camacho, cronista parlamentario de El Universo, mira en las redes sociales y el vértigo noticioso un complemento.
Por eso, sostiene que el desafío del periodismo escrito reside en imprimir un nuevo sello a los hechos que las audiencias ya conocen con 12 ó 14 horas de anticipación a la edición de un diario.
“El hecho crudo ya está en el portal web en cinco minutos. Por ello, para el otro día, hay que pensar en nuevos enfoques, en poner en escena las causas, los efectos, el contexto para evitar que se distribuya una noticia sin interés.
Las redes sociales como complemento en la radio
Caracol Radio de Colombia es hoy por hoy la organización radial con mayor presencia en América Latina. Con más de 300 emisoras propias y afiliadas, su trabajo es referente en el periodismo radial.
La fuerza que Twitter y Facebook tienen en sus audiencias ha llevado a este grupo radial a replantearse la forma de ejercer periodismo. Así lo relata Cristian Torres Rodríguez, uno de sus 45 periodistas de planta que tienen base en la capital colombiana.
Luego de un taller general, la corporación llegó a una conclusión para que sus periodistas comuniquen las noticias: priorizar la radio como su medio de difusión, sin caer en la tentación de hacer adelantos en las redes.
Es decir, todas y cada una de las informaciones de sus periodistas primero deben pasar por las ondas hertzianas y luego pueden fluir por otras plataformas.
Por ello Torres, así como el resto de sus colegas, tiene la libertad de administrar sus cuentas de Twitter y Facebook. La única restricción a esos espacios es que no son la vía propicia para canalizar información, por más inmediatez que esta posea.
“Es un acuerdo no escrito que tenemos y respetamos. La radio es nuestro medio natural de difusión y que también tiene inmediatez, así que no hay razón para enviar una alerta informativa por Twitter”, reseña el reportero.
La verificación periodística de la información y los hechos es la regla de oro que acompaña a la inmediatez informativa de los periodistas de Caracol Radio.
Ninguna información que no sea confirmada por uno de los reporteros no puede salir al aire. “Ese es el aporte que hacemos los periodistas: verificar y contextualizar la información. El Twitter es una gran herramienta que complementa la tarea, pero que no reemplaza al buen periodismo”.
La lógica de direccionar el flujo de información se ha extendido a las agencias de prensa.
Ayer, la agencia EFE prohibió a sus colaboradores enviar alertas informativas a través de Twitter. “La publicación de las noticias se realizará en las diversas plataformas comerciales que la Agencia reserva para sus clientes”. Medidas similares han tomado agencias como la AFP de Francia o la AP de EE.UU. “No informes de noticias que aún no hemos publicado, no importa el formato”, fue la disposición de la agencia estadounidense a sus periodistas.